LIGERO Y SENCILLO, PERO SIN DESCUIDAR LO FUNDAMENTAL
QSon ‘prácticamente’ el mismo coche. Las diferencias entre el MX-5 y el Fiat 124 Spider se limitan a la estética exterior, a la motorización, a la adaptación que ha tenido que recibir el cambio de marchas manual del Fiat para soportar el leve incremento del par máximo, a la puesta a punto de la suspensión y a la programación de la dirección asistida eléctrica. Se trata de la cuarta generación del MX-5. Todo el coche está concebido para ofrecer un coste asequible, un buen comportamiento y el menor peso posible. De hecho, es 100 kg más ligero que la generación precedente... a pesar de que las dimensiones apenas han cambiado.
El motor del MX-5 es el mismo 2.0 atmosférico Skyactiv- G que emplea la firma nipona en el resto de sus modelos; utiliza inyección directa y una relación de compresión muy alta –14:1–. Las cifras de consumo son bastante brillantes. Por su parte, la mecánica del Fiat emplea inyección indirecta, aunque cuenta con una sofisticada culata dotada del sistema de distribución activa MultiAir. A pesar de su menor cilindrada, los datos de consumo del Fiat no son mejores que los del Mazda.
El diferencial trasero autoblocante, que sólo ofrece el MX-5, es un GKN Super LSD, mientras que la suspensión delantera recurre a un clásico – y eficaz– esquema de trapecios superpuestos.