Misión cumplida
TODO EMPEZÓ CON UN ENCUENTRO EN LOS PASILLOS DEL SUBSUELO DEL AYUNTAMIENTO DE MADRID. En el previo a la entrega de los premios Estrella Luike del Motor, donde reciben un galardón los modelos más vendidos en nuestro mercado. Antes de entrar al acto protocolario, unas palabras del jefe del departamento de Comunicación de Porsche Ibérica, José Antonio Ruiz, me dejaron en guardia: “Tengo una proposición indecente”. Esta frase, dependiendo de quién la pronuncie, puede representar algo bueno, malo o pésimo... En este caso concreto, tenía claro que iba a ser algo espectacular.
Al poco tiempo, un correo electrónico daba sentido a aquella enigmática frase. Recibimos la invitación para acudir a la presentación internacional del último Porsche 911 GT3. Y, en el programa detallado de las actividades a realizar, nos dimos cuenta de que nuestro destino no era a tierras alemanas –lo normal–; en vez de eso, el lugar de la cita era Granada. Entonces teníamos un coche perfecto para
, los billetes de avión sacados y el privilegio de poder rodar con un automóvil único ‘en casa’. Tan sólo me quedaba mandar un mensaje a nuestro fotógrafo para que me esperara en un punto concreto de la ruta de pruebas programada. ¿Objetivo? Hacer las fotos que ilustran tanto la prueba como la portada.
Sólo había un problema; las horas que, por desgracia, miden un valor finito como es el tiempo. Y analizando la agenda del evento, íbamos justos. Estábamos obligados a aprovechar todos los ‘ratos libres’ que nos quedasen entre una actividad y la siguiente. El nivel de presión en cuanto pisé el asfalto de la única pista de aterrizaje del aeropuerto de Granada era brutalmente alto.
En este punto, debo dar las gracias al jefe de Comunicación en España de la firma de Stuttgart, a los trabajadores de Porsche Alemania encargados de las unidades de pruebas y a nuestro fotógrafo Jaime – con su eficaz asistente, Juanjo– porque, en un tiempo récord y con la climatología en contra, pudimos sacar adelante lo que considero, con toda humildad, un trabajo bien hecho.
Ahora sólo queda que disfrutes de la pasión que es nuestro trabajo, y que analices cada detalle. Del Porsche 911 GT3 sólo puedo decir que todavía resuena en mi cabeza el sonido de su motor atmosférico cuando la aguja del cuentavueltas ‘ viaja’ de 8.000 a 9.000 rpm. Sólo pensarlo... y se me seca la boca.