ENTREVISTA: ALAIN PROST
El cuatro veces Campeón del Mundo de F1 es, en la actualidad, director del equipo Renault en la Fórmula E y asesor de la escudería Renault F1.
¿Cómo divides tu tiempo entre tus com- promisos en la Fórmula 1 y la Fórmula E?
La Fórmula E da más trabajo del que se podría pensar, puesto que es un Campeonato que está creciendo mucho –ya estamos trabajando en los cambios de los próximos años–. Pero la F1 también me quita mucho tiempo... Así que la conclusión es que, en algunos casos, tendré que elegir estar en un lugar o en el otro.
¿Crees que la Fórmula E se puede convertir en la competición más importante?
Necesitamos preservar el concepto y la magia de la Fórmula E –como, por ejemplo, los circuitos urbanos– al tiempo que debemos acoger a más constructores y mantener los presupuestos estables, focalizando el uso del dinero en el desarrollo del apartado tecnológico. Si todo esto se cumple, este campeonato crecerá.
La Fórmula 1 es diferente. Como en el caso de Renault, es bueno mantener el nexo de unión con los productos ‘de la calle’ a través de un buen ejercicio de marketing. Creo que no podemos predecir qué pasará en los próximos 10 años, aunque el monoplaza de RS 2027 Vision F1 que hemos presentado en el Salón de Shanghái es una buena pista. Pienso que se mantendrán las mecánicas de combustión atmosféricas, pero quizá seamos capaces de hacer que la tecnología híbrida resulte más simple y barata en el futuro.
La F1 ha cambiado en 2017. ¿Estas nuevas normas van en la buena dirección?
Creo que sí. De hecho, las audiencias crecen porque Liberty Media está ofreciendo un buen espectáculo. Ferrari es más competitiva y esto provoca que las carreras resulten más entretenidas de ver. Quizá para el año 2021 podamos dar otro salto a nivel regulativo para intentar atraer a gente más joven a las carreras. Que los medios aporten más información, exista mayor conectividad con el espectador... Probar nuevas ideas.
¿Los responsables de la F1 te consultan algo a la hora de tomar decisiones?
Hablo con Ross Brawn –gerente deportivo de la F1–. No puedo dar muchos detalles, pero la intención es elevar la potencia y hacer los coches más ligeros. Si dependiera de mí, tam- bién limitaría la carga aerodinámica. Además, me centraría en conseguir que existiera más libertad en el tema de neumáticos. Es decir, los equipos deben seguir disponiendo de tres compuestos a elegir pero, si uno de ellos es claramente más rápido que otro, permitiría que lo usaran durante toda la carrera. Eso cambiaría mucho las estrategias. Y si aumenta la potencia y se reduce la carga aerodinámica, el piloto tendría un papel mucho más importante.
¿Resulta frustrante que la F1 no permita reducir la carga aerodinámica para mejorar las carreras?
Esta es la razón por la que la gente que organiza el campeonato debería escuchar a los pilotos de mi generación. Nunca diré que la F1 era mejor en mis tiempos, pero los que mandan en hoy deben entender por qué aquella época era diferente. Resultaba difícil adelantar, era complicado ir a rebufo, incluso el propio monoplaza era más difícil de conducir –cometías errores, fallabas en la inserción de las marchas...–. De todas formas, también hoy es complejo; los pilotos se tienen que ocupar de más pantallas, lidiar con el tema aerodinámico...
¿Has tenido la oportunidad de conducir un Fórmula 1 moderno?
He pilotado un Lotus y un Red Bull. Sin duda, son más sofisticados, pero transmiten menos sensaciones y tacto que los monoplazas del pasado. Cuando frenabas o girabas en mi época el coche se inclinaba. De hecho, el primero que acabó con ese balanceo fue el Williams de 1993 gracias a su suspensión activa... aunque nunca me gustó a pesar de ser fantástico. Yo solía elegir el setup del coche junto con mi ingeniero, y aquel monoplaza cambió aquello. También influyó en el comportamiento, ya que a veces en las curvas rápidas era mejor pasarlas más rápido que levantar el pie del acelerador. Me acabé acostumbrando, pero no casaba con mi estilo de conducción.
¿Qué coches usas en la calle?
Un Porsche 911 y un Renault Espace. Siento pasión por los automóviles pero, cuando has conducido un F1, ¡pocas cosas son comparables!