PAT SYMONDS
lleva en la F1 desde 1981 y ha sido partícipe de tres campeonatos de constructores y cuatro títulos de pilotos – dos con Schumacher y dos con alonso–. también trabajó con ayrton Senna e, incluso, fue expulsado del Campeonato durante 2 años. este ingeniero
“es fabuloso que mclaren HAYA tomado LA decisión De Permitir que fernando alonso corra LA
indy 500, y también creo que es fantástico que él quiera hacerlo. Es un piloto de ‘la vieja escuela’, simplemente quiere pilotar cualquier cosa”. El autor de estas declaraciones es un señor inglés, gordito y de ademanes tranquilos, que en cada GP deambula por el
paddock y saluda, como un viejo amigo, a la mayoría de pilotos, responsables técnicos y jefes de equipo de la Fórmula 1.
Patrick Bruce Reith Symonds, más conocido como Pat Symonds, los saluda en calidad de comentarista de la cadena deportiva de TV británica SkySportsF1 –un trabajo en el que comenzó el pasado mes de marzo–, pero también como uno de los ingenieros técnicos más reputados de la historia de la Fórmula 1, al participar en un total de 48 victorias de Grandes Premios. Por eso, su nombre no debería sonarte extraño: no en vano, fue el máximo responsable técnico de Renault F1 cuando Fernando Alonso logró sus campeonatos en 2004 y 2005 y, además, fue el ingeniero de pista que, a lo largo de 1994 y 1995, llevó a Michael Schumacher a conseguir sus dos primeros campeonatos en Benetton F1.
Pero la historia de Symonds en competición viene de mucho antes. El gusanillo por las carreras le picó en 1967, cuando con apenas 14 años pudo presenciar una prueba de la F2 británica. Symonds decidió que quería trabajar en la industria del automóvil y, en la década de 1970, se graduó en ingeniería mecánica por la Universidad Politécnica de Oxford para, más adelante, trabajar en el centro técnico de Ford en Dunton, Inglaterra, donde se especializó en puesta a punto de vehículos. En 1976, realizó un máster en aerodinámica en el Instituto Tecnológico de Cranfield, tras lo cual comenzó a diseñar monoplazas de la Fórmula Ford, primero para el equipo Hawke y, a partir de 1979, para la escudería Royale.
Allí, Symond sustituyó como jefe de diseño al sudafricano Rory Byrne, que fichó por el equipo Toleman. Pero, a finales de 1980, Byrne reclamó a Symonds para el debut, en 1981, de Toleman en la F1. ¿Lo más curioso? Para convencer a Symonds, tuvo que prometerle ¡un VW Golf GTI!
Con Byrne al frente del diseño y Symonds como ingeniero de pista –también ayudaba a Byrne en la fábrica–, el equipo Toleman fue mejorando poco a poco. Su trayectoria ascendente llevó a un prometedor Ayrton Senna –flamante campeón de la F3 británica– a firmar con ellos para la temporada de 1984. La historia ya es conocida: los tres
podiums del brasileño ese año –incluida su mítica 2ª posición bajo la lluvia en el GP de Mónaco– hicieron que fichase por Lotus en 1985 y Toleman no superó su marcha. Aquejado por los problemas de fiabilidad de sus monoplazas, a finales de 1985 fue adquirido por uno de sus patrocinadores, Benetton: la marca italiana de ropa.
Flavio Aparece en escena
Desde 1986 hasta 1989, Benetton F1 alternó podios con posiciones en la mitad de la tabla. Por ello, y de cara a 1990, la directiva nombró a Flavio Briatore, director comercial del grupo textil, como responsable del equipo... “Me preguntaba: ¿Qué demonios sabrá él? Pero tenía claros los objetivos y cuando las cosas no salían como él quería, no le daba miedo involucrarse”, declaró Symonds a la revista inglesa MotorSport. Y aunque las trayectorias de Briatore y Symonds transcurrieron parejas muchos años, una de las primeras decisiones del italiano – contratar a John Barnard como director técnico– hizo que Symonds, acompañando a su amigo Byrne, abandona Benetton para desarrollar un nuevo monoplaza por su cuenta. Sin embargo, en 1991, y tras una discusión entre Briatore y Barnard por cuestiones económicas, ambos volverían a Benetton. Entre tanto, Briatore
había fichado a un tal Michael Schumacher, que aseguraría los mejores resultados de la escudería –incluidos dos campeonatos de pilotos y uno de constructores– hasta que, en 1996, fichó por Ferrari. Lo hizó llevándose consigo a Byrne, por lo que Symonds ascendió a director técnico de Benetton. En 1997, Briatore dejó la dirección del equipo, que tres años después fue adquirido por Renault. El fabricante galo trajo de vuelta al Flavio al frente del equipo y éste, en 2001, echó el ojo a un joven Fernando Alonso, que en 2003 debutó en la F1, logrando en 2004 y 2005 sus dos campeonatos del mundo. En 2007, Alonso probó suerte en McLaren y, aunque volvió a Renault en 2008, el equipo había perdido competitividad... El crashgate –ver recuadro– sacudió los cimientos de la escudería gala y un arrepentido Pat Symonds acordó con la FIA no volver a trabajar en ningún equipo de la F1 hasta la temporada 2013.
Pero la trayectoria y el saber hacer de Symonds todavía eran muy valorados en el pad
dock y, por eso, en febrero de 2011, el equipo ruso Marussia Virgin – último en el campeonato de 2010– le ofreció un trabajo como consultor externo. Symonds no dudó en aceptar y se centró en mejorar la aeronodinámica del monoplaza ya que, como declaró entonces, “es en lo que estamos fallando y es lo que nos permitirá mejorar”. En 2012, Marussia adquirió por completo el equipo y mantuvo a Symonds como responsable externo, incorporándolo ya legalmente en plantilla y como director técnico de cara a la temporada 2013.
“ALONSO ES INCREÍBLEMENTE COMPETITIVO Y MUY MUY RÁPIDO. CON EL COCHE ADECUADO, TODAVÍA PUEDE GANAR CAMPEONATOS”
“MI CARRERA SE QUEDÓ EN NADA POR CULPA DE UN INCIDENTE: FUE MUY DIFÍCIL DE ASUMIR”
A lo largo de ese año, las cosas mejoraron y Marussia ya no era el último equipo de la parrilla: puesto que ocupó Caterham.
LA VUELTA A PRIMERA LÍNEA
Mientras tanto, otro equipo vigilaba los movimientos del ingeniero británico. Williams F1, dominador del Mundial en los años 90, estaba en 2013 en sus horas más bajas – en las 9 primeras carreras, no lograron ni un solo punto– y, por ello, el 16 de julio, en plena temporada, anunciaron el fichaje de Symonds como director técnico, tras acordar éste su salida de Marussia. El propio Frank Williams, fundador de Williams F1, declaraba sentirse “encantado de que Pat se una al equipo. Estoy convencido de que contribuirá considerablemente al éxito de Williams”.
Y vaya si Symonds lo hizo... En 2014, y ayudado por la incorporación del motor Mercedes, Williams, acabó la temporada con siete podios y como tercer equipo en el campeonato de constructores; un salto de gigante desde el 9 º puesto logrado el año anterior. Pese a tan significativa mejora, su director técnico explicó así los ‘secretos’ de tales avances: “Hemos mejorado la aerodinámica –la especialidad del británico–. ¿Cómo? Procediendo con lógica. Cuando la gente nos habla de ‘milagro’, yo respondo que es una cuestión de trabajar con humildad y constancia”. Unas máximas que Symonds ha mantenido a lo largo de toda su carrera y que también aplicó en la temporada 2015, en la que, a pesar de no lograr resultados tan notorios en carrera, Williams repitió como el tercer mejor equipo del campeonato.
De cara a 2016, las previsiones eran buenas, ya que el equipo mantenía el propulsor Mercedes y los mismos pilotos que en 2014 y 2015: un veterano como Felipe Massa y una joven promesa como el finlandés Valtteri Bottas. Pero los resultados fueron a peor: los monoplazas cruzaban la meta habitualmente entre el 5º y 10 º lugar de carrera y el único podio de la temporada lo logró Bottas en el GP de Canadá. ¿El resultado? A final de año, Williams sólo pudo ser 5º en el campeonato de constructores tras Red Bull, Mercedes, Ferrari... y Force India. Por eso, dado que el contrato de Symonds llegaba a su fin – en 2013, había firmado por tres temporadas– y el equipo estaba interesado en contratar al jefe técnico de Mercedes, Paddy Lowe –algo que acabaría confirmándose–, el pasado 20 de diciembre, Williams anunció que Symonds dejaba la escudería.
Su interés por la escritura –ya había realizado análisis técnicos para varios medios–, propició que, hace unos meses, Symonds fichase por la cadena de TV Sky Sports F1 como comentarista pero... ¿hasta cuándo? Vista su trayectoria ganadora, ¿llamará más pronto que tarde algún equipo a su puerta?