SEAT IBIZA 1.5 TSI EVO FR
El Ibiza se ha renovado por completo y el resultado tiene una pinta excelente, pero no todo son buenas noticias: en Seat no ven nada claro que vaya a haber un Ibiza Cupra, así que lo más ‘gordo’ podría ser este FR de 150 CV...
QUé MAJOS SON ESTOS del Grupo VW! Nos tienen tanto cariño que hasta han decidido ponerle nuestro apellido a uno de sus motores: 1.5 TSI EVO. Como bien estarás suponiendo, no hay nada más lejos de la realidad. Sin embargo, ni siquiera esta simple casualidad sirve para quitarme de la cabeza lo que acaban de decir los responsables de Seat: no está previsto que haya un Ibiza Cupra. Por un momento pensé que era la clásica maniobra de despiste, pero cuando escuché que existe un motivo económico –al parecer, las ventas de los pequeños GTI son escasas y no compensan el desembolso que requiere su desarrollo–, la posibilidad de que este Ibiza 1.5 TSI EVO sea la variante más deportiva de la gama cobra cada vez más consistencia.
Así que, resignado, secuestro las llaves de uno de estos Ibiza FR para perderme un buen rato por las reviradas carreteras de la comarca catalana del Penedés. El Ibiza es casi igual de grande que su antecesor; es más, con 4.059 m, es hasta 23 mm más corto que antes. Sin embargo, lo que hay debajo de la carrocería de cinco puertas –no habrá un Ibiza de 3p ni familiar– es la nueva plataforma MQB A0, la misma que ha desarrollado el Grupo VW para todos sus modelos pequeños. La estrena el Ibiza, pero el mes que viene la veremos en el VW Polo, en el Seat Arona...
Lo normal cuando uno habla de la nueva generación de un modelo es decir que resulta más ligero que su antecesor, y más todavía cuando se trata de una
plataforma tan novedosa. En este caso no es así. De hecho, este 1.5 TSI 150 pesa 1.164 kilos, que si bien es una cifra muy buena, supone 21 kilos más que el FR 1.4 TSI 5p que se vendía hasta ahora.
Como buen FR, este Ibiza cuenta con una suspensión un 20% más firme y 15 mm más baja que la de otros Ibiza, y eso siempre que no se opte por pagar los 280 euros que cuesta la suspensión adaptativa con dos niveles de dureza: Normal y Sport.
No sólo la plataforma es nueva. Después del Golf, el Ibiza es el segundo modelo del Grupo VW en ofrecer el motor 1.5 TSI EVO de 150 CV, un propulsor que tiene todas esas cosas que nos gustan a los periodistas de los últimos motores pequeños sobrealimentados. Responde bien a casi cualquier régimen, tanto que uno a veces duda de si, en realidad, se trata de un motor turbo. ¿Rápido? Bueno, sí. La cifra de 0 a 100 km/h es de 7,7 segundos, un dato que tampoco es que sea de otro mundo para un coche de su peso y potencia.
También gasta poco, aunque siempre que conduzcas con suavidad. A fondo no es que consuma poco, pero mantenerse en medias de entre 7,5 y 8,0 l /100 km cuando vas a un ritmo bastante alegre, está francamente bien. Además, suena bien. No mucho, pero sí suena bien.
El cambio manual de seis velocidades se maneja con una precisión absoluta, y un leve golpe de muñeca te permite saltar de una marcha a otra sin mayor esfuerzo y sin la más mínima duda de que siempre va a entrar la relación que habías pensado.
El cielo amenaza lluvia, pero el asfalto de momento está seco. Por su forma de rodar, el chasis del Ibiza recuerda mucho al del León, tanto que uno tiene la sensación de estar conduciendo uno por el aplomo que transmite. Conforme la carretera se va retorciendo, el Ibiza empieza a mostrar su verdadera personalidad. Su menor peso frente a un León –77 kilos a igualdad de potencia– le permite ofrecer una considerable agilidad a la hora de cambiar de dirección, y el poco peso
‘Por aplomo recuerda al León pero, en las curvas, su menor peso le hace destacar por agilidad’
que descansa sobre el eje delantero le deja apurar bastante la trazada sin que el morro deslice. A la hora de acelerar, la tracción es buena, tanto que incluso me cuesta notar la presencia del control electrónico de diferencial XDS cuando aplasto el pedal derecho sin contemplaciones a la salida de las curvas.
Enseguida te das cuenta de que este Ibiza se conduce sobre todo con el eje delantero, pues el trasero se muestra tan imperturbable que sólo has de preocuparte de guiar a las ruedas delanteras justo por donde quieres. Gran parte de la culpa la tiene la dirección electromecánica de esta plataforma, que transmite la información justa y necesaria y cuya precisión es milimétrica.
Aun con la suspensión en posición Normal, las ruedas del Ibiza dejan notar los baches con relativa facilidad, y cuando fuerzo un poco el apoyo en alguna curva, no aprecio que la carrocería balancee en exceso. En general, va bastante firme, aunque no por ello es un coche especialmente incómodo. Cuando selecciono el modo Sport a través del Drive Profile, el Ibiza se muestra un poco más seco en zonas bacheadas, pero las oscilaciones de la carrocería son menores.
Justo cuando estoy llegando al punto de inicio, comienza a llover. Y ahí, entre barrido y barrido del limpiaparabrisas, llego a la conclusión de que este nuevo Seat Ibiza podría ser un compacto bastante bueno si se lo propusiese, y debo reconocer que esta versión logra un resultado excelente en todos los aspectos. Está para comprárselo. Pero tener una base como ésta, un departamento de competición como Seat Sport y no utilizarlo todo para desarrollar un Ibiza Cupra sería todo un error.