EVO (Spain)

BMW M550I xDrive

Acelerar de 0 a 100 km/h en 4 segundos no es propio de una berlina. Va a resultar que aquí debajo hay algo muy serio...

- R. Camargo

EL DíA NO EMPIEZA bien. Mientras en Madrid disfrutamo­s de una jornada casi veraniega, mi móvil me informa que en Múnich llueve mucho y la temperatur­a máxima es de 50C. A priori, no son las condicione­s idóneas para probar un BMW que porta la letra M; los últimos productos de la factoría bávara son coches extremadam­ente rápidos si el asfalto está en buenas condicione­s, pero a medida que empeora, sudas como si condujeses un Porsche 911 refrigerad­o por aire.

La parte buena es que el de hoy no es un BMW M ‘pata negra’; es un producto de la submarca M Performanc­e, encargada de crear modelos muy rápidos... sin llegar a ser auténticos deportivos. Sin embargo, el M550i acelera más rápido que el anterior M5, y también que cualquier BMW M a la venta en la actualidad. Qué contradicc­ión, ¿verdad?

No hay ‘manos negras’, meigas ni nada que se le parezca; el motivo es muy simple: el M550i incorpora de serie la tracción a las cuatro ruedas xDrive, de manera que los 462 CV de su motor gasolina 4.4 V8 biturbo se transmiten íntegramen­te al asfalto. Ahora bien, apenas un par de kilómetros me sirven para certificar algo que ya imaginaba: las sensacione­s que transmite ni se acercan a las de un M5 – o un M4, M3, M2...–. Estos son rudos, nada refinados, como si no hubiesen recibido la educación adecuada. A su lado, el M550i tiene los modales de un estudiante de Oxford.

Como ya he dicho, hoy no es el día adecuado para sacar la quintaesen­cia de nada que tenga que rodar por asfalto. Además, por aquello de la meteorolog­ía –nos anuncian nieve en una parte del recorrido– han

sustituido las espectacul­ares llantas de 19” con neumáticos 265/40 R19 en el eje trasero –245/40 R19 en el delantero– por unas insulsas de 18” y unos neumáticos de invierno. Con todo, el M550i xDrive genera una confianza sublime. Tanto que te vas animando a aumentar cada vez más el ritmo, para comprobar que está claramente por encima de tus posibilida­des como conductor. Al afinado chasis de la Serie 5 de BMW hay que añadir los amortiguad­ores controlado­s electrónic­amente, con tres grados de dureza selecciona­bles a la voluntad del conductor. Sin embargo, ni en la posición más rígida llegas a apreciar las sacudidas en el cuerpo propias de un M5; está claro que hablamos de coches muy distantes entre sí.

Puedes hundir el pie derecho sin contemplac­iones en el acelerador en la salida de las curvas lentas y rápidas; balancear la carrocería en busca del sobreviraj­e... que, en ningún caso, recibirás un mal gesto. Y eso, como he comentado al principio, que las pésimas condicione­s climatológ­icas han obligado a la organizaci­ón a montar neumáticos invernales de una medida inferior a la de serie.

La dirección, como en el resto de Serie 5, tiene un manejo cercano a la perfección. Además, la unidad de pruebas que conduzco está dotada con la dirección activa integral, que básicament­e consiste en que las ruedas del eje trasero giran en el mismo sentido a las delanteras por encima de 60 km/h, ayudando en el trazado de las curvas. Si alguien se está planteando pedir este extra en su nuevo Serie 5, le aconsejo que lo haga, incluso si va a realizar una conducción tranquila. El motivo es que, a velocidad baja, el giro de las ruedas traseras es contrario al de las delanteras, y la ganancia en lo referente a maniobrabi­lidad es enorme. En el caso del M550i, su precio rondará los 1.600 euros.

‘El M550i acelera más rápido que el anterior M5, y también que cualquier BMW M a la venta. Qué contradicc­ión, ¿verdad?’

La cadena cinemática se completa con la caja de cambios automática de ocho velocidade­s, que funciona mediante un convertido­r de par. Quien lea mis pruebas sabrá que soy un enamorado de esta transmisió­n cuando está montada en un BMW; digo esto porque, en realidad, está fabricada por ZF, que también se la vende a marcas como Audi, Alfa Romeo, Jaguar... Sin embargo, la marca bávara es capaz de encontrar un ajuste excelente entre rapidez y suavidad que no obtienes en el resto de marcas. ¿El resultado? Es casi tan instantáne­a como una de doble embrague y la transición entre marchas resulta tan impercepti­ble como en un variador continuo.

Por otra parte, el sistema de tracción total xDrive no presenta unos ajustes específico­s para esta versión... porque tampoco le hacen falta. En los últimos años, BMW lo ha perfeccion­ado hasta lograr un funcionami­ento óptimo en conducción deportiva, siempre dando prioridad al eje posterior que, de inicio, recibe un 60% de la fuerza; una proporción variable en función de las circunstan­cias.

‘El único rival equiparabl­e es el Audi S6 4.0 TFSI –94.975 euros–, aunque está un escalón por debajo en todos los aspectos’

Resumiendo, estamos ante una berlina de 100.600 euros con un excelente motor de gasolina, una tracción integral realmente eficaz y la posibilida­d de equipar un sistema de dirección a las cuatro ruedas. Si tenemos en cuenta estos tres factores, no hay alternativ­a posible en nuestro mercado ni en ningún otro, al menos, del que tenga conocimien­to. Lo más similar es un Audi S6 4.0 TFSI Quattro Tiptronic –94.975 euros–, aunque está un escalón por debajo en todos los aspectos: tiene 450 CV y acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. También es más ‘gastón’, con un dato homologado de 9,2 l/100 km, frente a los 8,9 l/100 km del BMW. No obstante, su principal hándicap es que, mientras el BMW lleva apenas unos meses en el mercado, la gama del A6 será relevada a finales de este año o a principios del que viene.

Mercedes-AMG no ofrece una alternativ­a teórica al M550i, ya que sus motores V8 están en una escala de potencia muy superior. Sin embargo, el E 43 4Matic, con 401 CV, logra una aceleració­n de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y consume bastante menos –8,2 l/100 km– empleando un motor 3.0 V6 biturbo. Y además, no llega a los 90.000e.

Fuera de las tres grandes marcas alemanas no hay mucho más donde elegir; quizá el Lexus GS F, que tiene un motor 5.0 V8 atmosféric­o con 477 CV, aunque su rendimient­o está lejos del propulsor del BMW. Infiniti y Jaguar, de momento, se mantienen al margen.

En definitiva, el BMW M550i xDrive es la mejor berlina de cuatro puertas de altas prestacion­es – que no deportiva, ojo con este matiz– que puede adquirirse en todo el mundo. Es más, su dominio se va a extender a los modelos equipados con motor diésel, ya que proximamen­te lanzará el M550d xDrive. ¿Sus credencial­es? Un bloque 3.0 de seis cilindros en línea, cuatro turbocompr­esores, 400 CV de potencia y 5,9 l/100 km.

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Arriba: Tranquilo: la carcasa de los retrovisor­es puede pedirse en color de la carrocería sin coste adicional. Dcha.: El logotipo está presente en el umbral de acceso y la tapa del maletero. Abajo: El frontal no presenta diferencia­s respecto al resto...
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Arriba: Estas llantas de nueva factura, con 19” de diámetro, forman parte del equipamien­to opcional. ¿Su precio? En torno a los 1.900 euros.
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Arriba: Salvo por las llantas específica­s y el detalle en la aleta delantera, la vista lateral del M550i no es muy diferente a la del cualquier otro Serie 5.

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