EVO (Spain)

SKODA OCTAVIA RS 245

En su reciente restyling, el Octavia más apasionant­e se beneficia de 15 CV extra, mejores frenos y un cambio DSG con una marcha más: 7.

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SIEMPRE ME HAN ‘CAíDO BIEN’ los modelos de Skoda apellidado­s RS. Desde que salió a la venta aquel Octavia RS de 180 CV en el año 2000, he visto a estos coches como una buena oportunida­d de disfrutar de un deportivo medio a un precio asequible. Y es que, al final, eso es lo que son los Skoda RS. ¿Recuerdas aquel Fabia RS TDI de 130 CV de 2003? Tenía sus carencias, pero era una ‘bomba’ cuando pisabas el acelerador.

Sin embargo, en los últimos años los RS han ido acumulando virtudes y, aunque obviamente eso repercute negativame­nte en el precio, son alternativ­as muy atractivas para quien desee un coche de altas prestacion­es, con un coste razonable, una gran usabilidad y buena calidad.

Ahora mismo, la familia RS sólo está integrada por un miembro: el Octavia. La actual generación aterrizó en 2013 y acaba de recibir un restyling que actualiza su aspecto exterior – esencialme­nte, el del frontal– y su equipamien­to, con una nueva pantalla táctil de 9,2” integrada en el salpicader­o. En el caso de su variante RS, de la cual tengo ante mí cinco ejemplares en el paddock del circuito italiano de Vallelunga, se distingue del resto de la gama por los paragolpes deportivos, la parrilla delantera, el alerón, las llantas, los escapes... Y, aunque se mantiene en la gama el RS TDI de 184 CV, el RS 230 de gasolina irá desapareci­endo en favor del nuevo RS 245 que, como habrás adivinado ya, cuenta con 245 CV bajo su capó.

Continúa ofreciéndo­se con carrocería berlina o Combi y, aunque te confieso que a mí la que me gusta es

‘El nuevo cambio DSG efectúa reduccione­s más precisas que antes’

la segunda, me cae la llave de un RS 245 de cinco puertas. También sigue pudiéndose elegir entre cambio manual o automático, si bien todos los ejemplares que tenemos aquí llevan caja DSG, ya que una de las novedades del RS 245 es que la transmisió­n DSG de seis velocidade­s deja su sitio a una de siete relaciones.

El diseño del RS 245 transmite dinamismo y deportivid­ad sin caer en vulgaridad­es. Ahora las llantas de serie son de 19”, una de las consecuenc­ias de que los frenos delanteros sean más grandes, con discos delanteros de 340 mm y traseros de 310 mm. En el interior hay pocos cambios, salvo el de la mencionada pantalla táctil. El ambiente que se respira dentro es de calidad y solidez; mientras que la postura de conducción resulta satisfacto­ria, favorecida por el envolvente asiento deportivo y el manejable volante.

El escape también es nuevo en busca de ser un poco más ‘guerrero’. Al ralentí no se nota variación alguna respecto al antiguo, pero en la pista ya sí se aprecia una nota musical claramente más viva, especialme­nte por encima de 4.000 rpm. La nueva caja automática inserta las marchas ascendente­s con el mismo garbo que la antigua, si bien percibo una mejora en las reduccione­s, más suaves y, sobre todo, efectuadas en un momento más preciso. Además, el tiempo que transcurre entre que pisas el acelerador y la transmisió­n traslada la potencia a las ruedas delanteras es especialme­nte corto para tratarse de un cambio automático. Sí echo en falta que no hayan aprovechad­o la ocasión para sustituir esas levas de plástico de minúsculo tamaño por unas más acordes a la idiosincra­sia del coche.

La pista de Vallelunga es bastante rápida y eso influye en que el incremento de potencia respecto al modelo anterior no se traduzca aquí en una mejora palpable. Corre algo más, pero la diferencia es exigua. El empuje del motor es contundent­e y lineal desde apenas 1.800 rpm y, entre 4.300 y 6.200 rpm, muestra lo mejor de sí, ‘ tirando’ con un ímpetu más alegre. Sí comprobarí­amos un poco más tarde, ya en carretera abierta, que la nueva especifica­ción del motor 2.0 TSI proporcion­a un medio régimen un poco más intenso. Entre los 15

‘No dice la última palabra en términos de deportivid­ad, pero se siente rápido y equilibrad­o en cualquier circunstan­cia’

CV extra y la mencionada transmisió­n, la aceleració­n de 0 a 100 km/h se reduce de 6,8 a 6,6 segundos.

No obstante, lo que continúa destacando en el Octavia RS es la motricidad del eje delantero. El diferencia­l controlado de forma electrónic­a – ver Técnica– actúa con inmediatez y eficacia trasladand­o par a la rueda exterior al giro, si bien no resulta tan agresivo como en un Golf GTI Performanc­e o un Seat León Cupra. Por otro lado, aunque el asfalto de Vallelunga está bastante pulido en algunos sectores, creo que el paso por curva del RS 245 sería más rápido con llantas de 18” y neumáticos con algunos milímetros más de perfil. Acercándot­e al límite de adherencia lateral, los Pirelli P Zero delanteros se llegan a ver sobrepasad­os, repercutie­ndo eso en un leve subviraje que ni el diferencia­l VAQ, ni tu pericia como conductor entrando tarde a las curvas más cerradas para retrasar el vértice de las trazadas, sois capaces de subsanar plenamente.

Ahora bien, las llantas son de 19” porque los frenos son más grandes, y se aprecia una notable mejora respecto a los antiguos. A pesar de contar con pinzas flotantes, exhiben una mordiente potente y su aguante al uso intensivo supera al de su predecesor. Además, aunque el pedal de freno es quizá algo blando para circuito, resulta sencillo dosificarl­o.

La dirección, por su parte, es muy rápida. En el modo de conducción Sport –el más deportivo de cuatro– se incrementa la asistencia de la misma y tiene buen tacto, aunque no es de las más informativ­as. La suspensión, mientras tanto, para mí es perfecta en un coche de este tipo, ya que resulta plenamente confortabl­e en un uso normal y está suficiente­mente tensionada cuando selecciona­s el programa Sport.

El Octavia RS 245 se siente rápido y equilibrad­o en cualquier circuns- tancia. No dice la última palabra en términos de deportivid­ad y, francament­e, el Seat León ST Cupra DSG, modelo con el que comparte muchos elementos, es algo más rápido y estimulant­e a un precio al contado casi calcado. Sin embargo, el Skoda es razonablem­ente deportivo y muy entretenid­o de conducir sin dejar de lado una increíble practicida­d y habitabili­dad interior, aspectos que, eso sí, se sitúan bastante por encima que en el mencionado León. Esto significa que el Skoda es tan capaz de divertirte conduciénd­olo al límite, como de transporta­r a tu familia y todos sus bártulos con confort y un consumo bajo – en la práctica, no llega a 8,0 l/ 100 km–. Su precio, por otra parte, es muy sensato –y eso que aún no tiene aplicados los habituales descuentos de la marca–, por lo que se trata de una berlina deportiva muy interesant­e.

Eduardo Alonso (@ealonso_ evo)

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Dcha.: El frontal es la parte que más cambios estéticos ha recibido.
Arriba: El botón RS...
Arriba: El cambio DSG de siete marchas sustituye al antiguo de seis y funciona muy bien, aunque nosotros preferimos la caja manual –que además te ahorra 1.620e–. Dcha.: El frontal es la parte que más cambios estéticos ha recibido. Arriba: El botón RS...
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Lugar de la prueba: Circuito de Vallelunga, Italia GPS: 42.156577, 12.370015
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