VW ARTEON 2.0 TSI
Este Gran Turismo de cinco puertas se sitúa por encima del Passat para contentar a los clientes más premium de la firma alemana. Se mete, de lleno, en el territorio de su primo: el Audi A5 Sportback.
‘El Arteon está planteado para aquellos que ven al Passat como un modelo convencional’
LOS RESPONSABLES de VW no quieren relacionar al nuevo Arteon con el extinto VW CC –antes denominado Passat CC–. La conclusión que saco a la hora de afrontar el tema con ellos, es que buscan posicionar al Arteon como un modelo por encima del Passat, y no que lo veamos como una carrocería dentro de la gama de la exitosa berlina alemana. De acuerdo.
Más allá de esta cuestión relacionada con el más puro marketing, lo cierto es que el Arteon ofrece una diseño bastante diferenciado del Passat, y viene a competir en un segmento –el de las berlinas coupé– que, si bien no es el más fructífero del mercado, sí que ayuda a generar una buena imagen de marca.
La caída del techo a la altura del tres cuartos trasero, junto con un diseño más estilizado de faros y pilotos, así como la incorporación de unas glamurosas ventanillas sin marco, le confieren un imagen de producto caro, de calidad. Y sobre todo consiguen el principal objetivo que busca este modelo: que alguien que descarte el Passat por ser demasiado serio, convencional o exhibir una estética ‘muy vista’, tenga una alternativa llamativa en el Arteon.
Por dentro el tema de la diferenciación se diluye, ya que el salpicadero y la instrumentación del Arteon son idénticos a los que lleva el Passat. Como punto positivo debemos apuntar que el espacio para las piernas atrás es mejor que en el Passat... a cambio de sacrificar mínimamente la altura disponible para la cabeza. En lo que respecta al maletero, cero quejas. Con 573 litros y el enorme portón, nadie tendrá problemas para acomodar su equipaje.
En lo que se refiere al puesto de conducción, la nota alcanza el sobresaliente. Los asientos son cómodos y sujetan bien el cuerpo –además de quedar cerca del suelo– y todos los mandos es- tán colocados con sentido común. Tan sólo una visibilidad algo peor respecto del Passat penaliza un habitáculo de materiales y ajustes de mucha calidad.
Si hablamos del apartado dinámico, no esperes un comportamiento emocionante –algo que podría sugerir el acabado R Line, el más deportivo de la gama–. El Arteon es un coche aplomado, sencillo de conducir rápido y eficaz en casi cualquier escenario. No obstante, donde se disfruta este vehículo es en una amplia autopista a cualquier velocidad; es silencioso, cómodo y hace que los kilómetros caigan sin esfuerzo.
En vías secundarias de trazado sinuoso, el Arteon cumple lo que promete, ya que no plantea ningún problema al conductor, con un eje delantero que se agarra con fuerza al asfalto y el trasero que permanece impasible ante cualquier eventualidad. Merece la pena destacar el impecable funcionamiento de la suspensión adaptativa DCC –de serie–, dado que permite encontrar siempre el compromiso ideal entre confort y mitigación de los movimientos de la carrocería.
El ritmo que se puede alcanzar con el Arteon es elevado, en parte gracias a que hemos elegido para esta prueba el motor 2.0 TSI de 280 CV, que transmite la fuerza al suelo a través de un cambio automático de doble embrague de siete marchas –una pena que no hayan elegido la de seis velocidades que lleva el Passat con el mismo motor, más suave y eficaz– asociada al sistema de tracción total 4Motion. El empuje del propulsor es contundente, con fuerza en toda la banda de revoluciones, lo que implica una respuesta muy progresiva; ahora bien, el sonido no ofrece ninguna clase de nota deportiva.
Llegados al punto del precio, el aspecto premium que pretende vender el Arteon se traslada, como es lógico, a la factura final. Un Passat Sport 2.0 TSI 280 4Motion cuesta 46.680 euros; el Arteon de esta prueba asciende hasta los 51.770 euros. Esto son más de 5.000 euros de diferencia que le ponen a la altura de rivales de idéntico planteamiento: el BMW Serie 4 Gran Coupé – derivado del Serie 3– y el Audi A5 Sportback –variante glamurosa del A4–.