BMW M760Li
Infundir la vitalidad de BMW M en el Serie 7, sin dañar sus credenciales como coche de lujo, no es tarea sencilla. Sin embargo, el resultado es el BMW más potente de la historia.
HACE JUSTO 30 AñOS que llegó al mercado el primer BMW con motor V12: el 750i E32 de 1987. Desde entonces, todas las generaciones del Serie 7 han dispuesto de mecánicas de doce cilindros en la gama, si bien han ido perdiendo protagonismo paulatinamente. En la actual, existe este M760Li impulsado por un propulsor 6.6 V12 biturbo. Hasta ahora, su potencia se cifraba en 600 CV pero, a modo de homenaje por el 30 cumpleaños de aquel E32, BMW le ha inducido un leve restyling en el que la potencia crece hasta los 610 CV para convertirlo así en el BMW de calle más potente de la historia. Y eso que no es un M ‘de verdad’, sino una de esas versiones que se encuadran dentro de la línea M Performance de BMW.
Sólo se vende con la carrocería larga – L– de 5,24 metros de longitud; 14 cm más que la normal, y esta unidad está pintada en el exclusivo tono negro mate, que sale por 2.767e. Las pinzas de freno azules, las cuatro salidas de escape y los emblemas M se encargan de añadir más agresivi- dad a la imagen de este M760Li. Su aspecto es conmovedor, si bien no encuentro correlación alguna entre un color algo burdo y el refinamiento intrínseco de una berlina de esta índole. Para mí, el negro metalizado sería una elección más acorde a un vehículo como este. Tampoco me termina de convencer el emblema ‘V12’ que lucen los dos pilares C, ya que un cochazo con verdadera clase no debería tener necesidad alguna de fardar de lo que guarda bajo el capó.
Dentro sí que le sobra finura. Al habitual refinamiento y calidad de cualquier Serie 7, este M760Li añade una parte trasera de verdadero lujo, aunque disponer de ella se paga aparte: 15.907 euros. En esa cantidad se incluyen los dos asientos posteriores individuales con ventilación y masaje, dos mesitas plegables, dos pantallas en el dorso de los reposacabezas delanteros, una tablet en el reposabrazos central con un sistema multimedia desde el que se controlan todas las prestaciones a nivel de confort e infoentretenimiento...
Y también se añade el exclusivo modo chófer, que tumba
ligeramente el asiento trasero derecho, desplaza hacia delante la butaca del copiloto, y de ella se despliega un reposapiés para que el ocupante de atrás vaya recostado mientras lee, duerme o ve una película. Como te imaginanarás, viajar ahí atrás es una pasada.
La primera impresión al conducirlo te hace sentir poderoso. Percibes los 800 Nm de par atenuados bajo tu pie derecho esperando a que los liberes. Al hacerlo, el M760Li gana velocidad de forma tan grotesca que, cuando quieres darte cuenta, flirteas con velocidades que sólo pueden terminar contigo encerrado en una penitenciaría.
A pesar de todo esto, si vienes con la idea en la cabeza de que este es el BMW más potente de la historia, puede que te decepcione, ya que no se siente tan rápido como esperas. No es una experiencia brutal para tus sentidos porque el aislamiento del coche es tan impecable que, simplemente, no puedes sentir en toda su plenitud que acabas de pasar de 0 a 100 km/h en sólo 3,7 segundos.
Desde menos de 2.000 rpm, el apoteósico motor 6.6 V12 biturbo empuja como un Airbus en fase de despegue, de forma lineal e inagotable, aunque sin llegarte a transmitir con franqueza lo rápido que vas. En este sentido, un Mercedes-AMG S 63 L corre menos, pero impresiona un poquito más, quizá favorecido por el hecho de que los escapes son más escandalosos.
Hasta ahora el modo Comfort administraba la experiencia. Cambio a Sport y la cosa mejora. El acelerador ya no tiene una respues-
‘A día de hoy, este es el BMW más rápido de la historia, al menos acelerando de 0 a 100 km/h: 3,7 segundos’
ta tan lánguida, la caja de cambio automática de ocho velocidades trabaja de forma más animada y la dirección ofrece mejor tacto. Es el momento perfecto para afrontar un tramo de curvas y, aquí, el M760Li se siente mucho menos desubicado de lo que cabría esperar de un vehículo de su idiosincrasia. La suspensión neumática tiene una función antibalanceo y el coche se siente francamente manejable, entrando en las curvas con determinación y fluyendo entre ellas con audacia.
Con el permiso del Porsche Panamera Turbo Executive, me atrevería a decir que este M760Li es más ágil y expeditivo que cualquiera de sus rivales. La dirección integral, que aplica algunos grados de giro en el eje trasero, ayuda a que la parte trasera del coche redondee los giros como si la batalla del vehículo no fuese tan larga. Lo mejor es mantener el modo Sport y desconectar los controles de estabilidad y tracción, ya que el M760Li se muestra dócil y previsible y, de esta forma, se comporta con el sesgo de una po- tente berlina de propulsión trasera que exhibe una gran motricidad. Aunque, en verdad, esta versión sólo se comercializa asociada al sistema de tracción total xDrive.
A pesar de todo, hablamos de 2.180 kg de peso, y eso impide que se puedan esquivar ciertas leyes de la física. Por ello, cuando buscas los límites, te encuentras con un acusado balanceo de la carrocería y con un pronunciado subviraje. Pero, siendo justos, este coche no está destinado a ese tipo de conducción, si bien se muestra competente si aun así optas por practicarla.
Así que, en cierto modo, el M760Li te invita a juzgarlo de dos formas. Por un lado, como coche de lujo es brillante, con un motor poderoso, un excelso confort, exclusividad y un equipamiento tecnológico de primer nivel. Incluso no consume demasiada gasolina a pesar de su descomunal mecánica. En carretera, a velocidades legales, puedes ‘moverte’ en unos razonables 11,5 l/ 100 km.
Por otra parte, como producto de BMW M Performance es algo
‘Sus prestaciones quedan fuera de toda duda, pero no es tan emocionante como sugiere el emblema M que porta’
ambiguo. Sus prestaciones quedan fuera de toda duda, de hecho, es el BMW más potente de la historia y el más rápido en alcanzar los 100 km/h desde parado. Ahora bien, en cuanto a sensaciones de conducción, BMW ha hecho un gran trabajo, pero al volante no es un coche tan emocionante como cabría esperar de todo modelo encuadrado en la gama M Performance. Aunque el M760Li te hace ganar confianza kilómetro a kilómetro, no terminas de encontrar una conducción emotiva y palpitante. No obstante, en su defensa hay que decir que los chicos de Audi y Mercedes no han sabido calibrar mejor este aspecto en sus respectivos S8 Plus y S 63.
En cuanto al precio, el M760Li sale por 196.850e, una cifra similar a los 193.500e que cuesta el Mercedes-AMG S 63 L, aunque superior a la del Audi S8 Plus: 160.570e.
En estos rangos de dinero, la diferencia económica no es tan importante. Pero la cuestión es: ¿merece la pena el M760Li? Es un coche verdaderamente sobrecogedor, pero que pierde mucho sentido cuando reparas en que un 750Li de 450 CV sin tracción total cuesta 129.900 euros, siendo también muy rápido y ofreciendo un equipamiento muy cercano al de este M760Li. La diferencia de precio es grande, tanta como para, con el dinero restante, adquirir un BMW M2 con el que disfrutar del verdadero ‘espíritu deportivo M’ y reservar el Serie 7 para viajar con todo lujo. Es cierto que esta opción no te da acceso a la exclusividad que te aporta el M760Li, pero resulta más sensata a igualdad de precio. Aun con todo, el M760Li es una auténtica pasada y debe reconocerse el mérito de BMW, que ha sabido inculcar un trocito de la esencia BMW M en un tipo de vehículo que, de inicio, no está predispuesto a ello.