LAMBORGHINI HURACÁN PERFORMANTE
El sensacional Lamborghini Huracán Performante es el coche de producción más rápido del Ring. También podría ser uno de los mejores Lambo de la historia.
Este Lambo podría ser uno de los mejores de la historia. Con 640 CV, es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en solo 2,9 segundos y alcanzar los 325 km/h. Con estos registros, no nos extraña que haya dado una vuelta a Nürburgring en menos de 7 minutos.
aMBorGHInI no escaTIMÓ en elecTrIcIdad dUranTe la presenTacIÓn InTernacIonal del HUracÁn perForManTe. Apostaron claramente por invertir en amperios para realizar un espectáculo multimedia de luz y sonido con sistemas de audio atiborrados de vatios, en lugar de desarrollar un sistema de propulsión híbrido, y tocaron techo con la proyección de una cifra en una gran pantalla: 6:52.01. Un tiempo que rivaliza con el conseguido por los superdeportivos híbridos, y que resonó inmediatamente en un público conocedor de los mejores tiempos de vuelta en el Nordschleife, que quizá no sea tan fácil de entender.
Desde luego no para mí. He hecho una vuelta rápida en el Infierno Verde con un McLaren P1 de 916 CV pilotado por Chris Goodwin, jefe de desarrollo de McLaren. Aplastante fue un poco, pero... ¿bajó de los 7 minutos? Aunque McLaren dice que sí, nunca reveló la cifra exacta, y yo me quedo con un ‘quizá’. Por otro lado, con el Porsche 918 Spyder de 887 CV – con decoración Martini y paquete de aligeramiento Weissach–, hice la vuelta de mi vida en nuestras carreteras habituales de pruebas hace unos años y, con un tipo mucho más talentoso al volante, despachó el Ring en 6:57.00. Esto se consideró un enorme logro por entonces –incluso para Porsche– y parecía ser la prueba irrefutable de las ventajas de un avanzado sistema híbrido de propulsión derivado de la experiencia en competición de Porsche.
Después, esta primavera, un Huracán Performante de 640 CV rodó 5 segundos más rápido. No 5 décimas – que habría sido poco creíble–, sino 5 largos segundos. Y esto viniendo de un coche con tecnología tradicional, atmosférico, sin experiencia previa en Nürburgring, y con un historial como superdeportivo de calle en su versión convencional no demasiado perfecto. ¿Cómo es posible?
Abajo derecha:
El Performante tiene la aerodinámica más sofisticada de cualquier Lambo, con canales que llevan aire a la parte baja del alerón trasero cuando es necesario.
Pronto estaremos en el circuito de Imola con un montón de Huracán Performante y, con suerte, descubriremos alguna pista al respecto bajo el sol italiano. De hecho, el lento proceso hacia el esclarecimiento comienza al bajarnos de un Audi Q7 que nos ha traído al complejo con spa donde tendremos casi un día entero para tripear antes del evento. Para asegurarnos de que el proceso empieza lo antes posible, un Performante de color naranja mate está aparcado frente a la recepción. Presumiblemente tal y como pretendían, nos hace detenernos a todos para observarlo con detenimiento, señalar cosas y discutir mientras damos vueltas a su alrededor. Si hay que fijarse en los detalles, hay suficientes como para ver a través de los cristales ahumados de la puerta del hotel que el personal de recepción se impacienta sensiblemente.
Lo atractivo, por supuesto, es su diseño. Puede que sus trazos estén expresados en un lenguaje moderno con influencias de los aviones cazabombarderos que inspiraron las marcadas líneas del Reventón, pero el Huracán tiene ese toque emocional que recuerda con claridad a clásicos de la marca como el Miura. Lamborghini comenta que al Performante “le da forma el viento”. Es una apropiada referencia a la aerodinámica activa del modelo, cuyo elemento más prominente es el alerón trasero. Pero la razón por la que tanto enamora reside en el hecho de que despierta al niño que llevamos dentro. Detiene el tiempo y nos invita a perdernos en un alocado y exótico mundo de saltarse las reglas.
Quizá su aspecto no enamora mucho más que las fascinantes triquiñuelas de la ‘Aerodinamica Lamborghini Attiva’ –ALA–, que dicen ha tenido un papel importante en permitir a Marco Mapelli, piloto de pruebas de la firma italiana, marcar ese genial tiempo de vuelta. Salvo que mires la parte inferior del coche, todo lo que ves desde fuera es lo que parece un alerón fijo tradicional fabricado con el material de las encimeras de cocina más ‘chic’. Ni lo uno ni lo otro. ALA, abreviado, comienza en realidad en el frontal, con un spoiler con dos flaps activos que operan junto a dos conductos en la cubierta trasera del motor, conectados a los canales inferiores del alerón. Cuando los flaps están cerrados, el alerón actúa como un spoiler convencional, generando una carga aerodinámica un 750% mayor a la de un Huracán normal sin alerón. Pero, cuando los flaps se abren, el aire se canaliza por debajo del alerón para reducir la resistencia
El Huracán tiene ese toque emocional que recuerda con claridad a clásicos de la marca como el Miura
al aire – drag– y dejar que el mejorado 5.2 litros V10 dé lo mejor de sí, lo que en cifras puras supone un paso de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos, un 0-200 km/h en 8,8 segundos y una velocidad punta de 325 km/h. En el modo ‘Corsa’, las tomas de aire funcionan de manera independiente, permitiendo lo que Lamborghini llama “aero vectoring”, para hacer más rápido el paso por curva al crear carga aerodinámica en uno u otro lado del coche según convenga. Ingenioso, y nadie parece discutir el alarde de “primicia mundial”.
¿Y la encimera de cocina? El Performante pesa 40 kilos menos que un Huracán normal de tracción a las cuatro ruedas y, en parte, se debe a los compuestos forjados y moldeables de los que están fabricados el spoiler delantero, el alerón, el difusor y la cubierta del motor. Esta última está pintada en el color de la carrocería y tiene unas ANGOstAs ABErturAs LO sufiCIENtEMENtE ANCHAs PArA DEJAr ver las tapas de balancines de color galleta –un guiño a los primeros V12 Lambo y una visión refrescante, lejos de las habituales de color rojo–. Para el Performante, el V10 de giro rápido recibe un nuevo colector de admisión, el sistema de escape del Trofeo de carreras, más ligero y reposicionado, y nuevas válvulas de titanio de mayor alzada. El resultado son 640 CV a 8.000 rpm y 600 Nm a 6.500 rpm, aunque el hecho de que el 70% de ese par esté disponible poco más allá del ralentí demuestra que no necesitas turbos para generar un buen empuje a bajas vueltas.
La fortuita decoración moteada de las piezas de carboNO sIN PINtAr sE DEBE AL CONtrAstE ENtrE LAs PLAtEADAs fiBrAs del carbono y la oscura mezcla de resina en la que están integradas. Hay ejemplos hasta en el interior, que dan un
El hecho de que el 70% del par esté disponible casi al ralentí demuestra que no necesitas turbos para generar un buen empuje a bajas vueltas
Izquierda y abajo:
En la calle, los modos Sport y Strada del Performante ofrecen un buen equilibrio entre una una conducción civilizada y deportiva.
respiro frente a los revestimientos de serie en Alcántara. Para deleite visual, las llantas de aleación de 20 pulgadas calzadas con Pirelli P Zero Corsa son casi una obra de arte, mejorables sólo con las gomas Trofeo R de mayor adherencia, como las utilizadas en el coche del récord en el Ring. Si realmente quieres exprimir hasta la última gota de efectividad del ALA en circuito, se ofrecen como opción.
A la mañana siguiente nos encontramos en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari, Imola para los amigos. He estado aquí antes, cuando apenas tenía 20 años, para ver una carrera de F1 mucho antes de la prematura muerte de Ayrton Senna en ‘Tamburello’ y de la consecuente modificación de esta salvajemente rápida curva a izquierdas, que aún es un giro izquierda-derecha bastante veloz. Esto no consigue eliminar las mariposas del estómago, especialmente con nubes grises copando el cielo, que ayer estaba despejado, y soltando algo de lluvia. Aunque sus años de F1 pasaron hace mucho, algunas mejoras recientes han hecho que Imola recupere su categoría Grado 1 de la FIA y, si el Gran Premio de San Marino se reinstaura algún día, será en el que es aún uno de los mejores, más rápidos y exigentes circuitos de Europa.
Rodando por la ahora reluciente calle de boxes, contemplo la perfecta fila de inmaculados Performante, con los mecánicos de Lambo vestidos de mono y encaramados a los pasos de rueda ajustando la presión de los neumáticos, que por cierto no es la única presión que está aumentando. Así que está bien saber que, para cooperar de manera óptima con ALA, el Performante monta amortiguadores magnetoreológicos y una puesta a punto de la suspensión un 10% más firme y que mejora en un 15% el balanceo de la carrocería con respecto al Huracán. Además, la no demasiado precisa dirección de desmultiplicación variable opcional del Huracán se ha mejorado y recalibrado, permitiendo mayor precisión en modo ‘Corsa’ y una respuesta más rápida, contribuyendo al mejor paso por curva junto al ‘aero vectoring’.
Daremos 16 vueltas al circuito, repartidas en cuatro tandas, afortunadamente siguiendo la trazada de un piloto veterano en Imola, al volante de un Huracán normal. Bueno, un Huracán convencional con las gomas Trofeo R de mayor agarre, frente a nuestros Performante con las P Zero Corsa de serie. El encantador jefe de desarrollo de Lamborghini, Maurizio Reggiani, reconoce que una habilidad profesional al volante y la experiencia en el circuito no serían suficientes para emparejar las cosas en la pista y, sin la adherencia adicional de las Trofeo R, el genialmente pilotado Huracán no sería lo suficientemente rápido para mantener una distancia segura con respecto a los Performante en manos inexpertas que van detrás. Creo que nunca he dado tan poca credibilidad a una afirmación.
Pero, incluso durante las primeras vueltas en una pista semi mojada, está claro que tiene razón. Nuestros guías no pierden apenas tiempo a la hora de ganar velocidad, pero la realidad es que aún sin los Trofeo, los Performante pueden acelerar más, frenar más tarde, girar con más precisión y convicción y mantener más velocidad en todas las curvas. Lo mejor de todo es que todas estas ventajas son tan evidentes y accesibles que su efecto acumulativo compensa de sobra unas manos torpes, puntos de frenada mal elegidos o excesos, y nos permite a los novatos de Imola seguir el ritmo cómodamente, sintiéndonos heróicamente sobreviradores. Y, bueno, qué sensaciones: la firme inmediatez con la que se despachan las chicanes de Imola, la precisa forma de girar con sólo mover un dedo, las impresionantes velocidades de salida de las curvas, o la a rabia