‘El precio es de 36.550 euros, lo que le sitúa al nivel de un VW Golf GTI Performance’
donde ayuda la presencia del autoblocante, ya que puedes acelerar con ganas apenas superado el vértice del giro para salir como un cohete en cuanto abres la trayectoria con el volante. El efecto resulta algo extraño al principio pero, una vez aprendes las reacciones y confías en las habilidades de este elemento, el 308 GTi se torna un coche muy efectivo –también ayuda el gran agarre que procuran los neumáticos Michelin Super Sport–.
El comportamiento de esta versión del 308 demuestra que unos buenos amortiguadores convencionales pueden ofrecer un rendimiento fantástico, aunque es cierto que rivales como el Golf GTI ofrecen en opción unos sofisticados amortiguadores adaptativos.
En lo que respecta a los modos de conducción, se agradece conducir un coche sencillo en este aspecto. Aquí, lo único que encontramos es un botón Sport emplazado en la parte inferior de la palanca del cambio, y que sólo interviene en la respuesta del acelerador y en el sonido de escape, aumentando los decibelios de forma artificial en el habitáculo.
Si hablamos de ayudas electrónicas, su nivel de intervención es el justo para no entorpecer el ritmo si quieres practicar una conducción deportiva; algo que se agradece pues aumenta el nivel de seguridad sin generar ni un ápice de frustración en el ánimo del afortunado conductor.
La dirección ofrece un tacto correcto, mostrándose precisa y trasladando decentemente el nivel de adherencia con el que contamos en el eje delantero. Lo que no termina de convencernos es el minúsculo tamaño del volante, sobre todo cuando hay que afrontar curvas más cerradas de lo habitual.
Si hablamos de los frenos, hay que decir que son fantásticos, ya que ofrecen potencia de sobra, un gran tacto de pedal y una resistencia a la fatiga notable tras un uso intensivo. De esta forma, las apuradas de aproximación a los giros cada vez son más agresivas, lo cual resulta muy útil para bajar los tiempos a la hora de rodar en circuito.
Al final del día, el 308 GTi genera tal confianza que acabas jugando a levantar el pie del acelerador en mitad de los apoyos, lo que provoca que el eje trasero se mueva lo justo para que la conducción se convierta en un ejercicio divertido y muy entretenido.
Si hablamos de dinero, el Peugeot 308 GTi no se posiciona del todo mal. El precio oficial es de 36.550 euros, tarifa que le sitúa al nivel del VW Golf GTI Performance de 245 CV –36.340 euros–, pero con un equipamiento de serie superior. Eso sí, está por encima de rivales como el Ford Focus ST de 250 CV –30.575 euros– o el Seat León Cupra de 300 CV –34.050 euros–. Y no se queda demasiado lejos de modelos más radicales como el Honda Civic Type R de 310 CV –38.400 euros–.