ELEMENTOS A REVISAR
MOTOR
El motor original se conoce como DE. Esta mecánica se revisó en 2006, cuando la potencia subió de los 280 CV originales hasta los 300 CV. A mediados de 2007, se rediseñó para alcanzar los 313 CV de la variante conocida como HR.
Scott Fairman, de Abbey Motorsport, comenta que la versión HR mejoró notablemente, tanto en términos de fiabilidad como de rendimiento. El problema principal del primer propulsor DE es que consumía más aceite de lo normal. Gracias al buen trabajo del catalizador, quizá no llegues a ver humo por el escape, pero fíjate por si acaso.
Vigila los segmentos de los pistones – son unos anillos que evitan que pase aceite a la cámara de combustión–. Para cuando la luz de aceite se enciende, es probable que el daño ya esté hecho... lo que implica un cambio de motor que puede ascender a unos 6.000 euros. La mayoría de los propulsores de los Z consumen aceite, por lo que lo primero que tienes que hacer es comprobar el nivel y preguntar al vendedor sobre este asunto.
Echa un vistazo también al estado del sistema de escape.
TRANSMISIóN
La sustitución del embrague es una de las mayores facturas a las que te puedes enfrentar si compras este coche – un kit completo puede rondar los 650 euros más la mano de obra–, por lo que evalúa bien cómo funciona y si patina mucho. Con un uso normal, debería de durar al menos 60.000 kilómetros.
SUSPENSIóN, DIRECCIóN Y FRENOS
Los sonidos procedentes de la suspensión delantera casi siempre indican que hay que cambiar los cojinetes. Es algo normal. Los originales de Nissan cuestan unos 700 euros en total más alrededor de una hora larga de mano de obra.
Si el coche lleva las llantas originales de 18’’, los neumáticos deberían ser 225/45 delante y 245/45 detrás. Si tienes que cambiarlos, la mayoría de los expertos recomiendan montar los Bridgestone originales.
CARROCERíA, INTERIOR Y ELECTRICIDAD
No se conocen problemas de corrosión u óxido en este modelo. Observa el pilar A y los bordes del parabrisas para buscar algún indicio, pero no es nada habitual. También comprueba que las puertas no se descuelgan un poco al abrirlas y que las ventanillas bajan con rapidez y suavidad – si no es así, puede que el coche haya sufrido algún tipo de accidente–.
En la versión coupé, mira que el maletero se abra con facilidad, que no presente restos de humedad y que las barras hidráulicas aguanten el portón por sí mismas. También comprueba que no hay restos de agua en los pilotos posteriores – las juntas encargadas de su hermetismo no son de la mejor calidad– y que el actuador de la tapa del depósito funcione.
Los guarnecidos interiores son bastante resistentes – tan sólo el desgaste del asiento del conductor te puede dar una pista de un uso intensivo–, por lo que huye si el habitáculo está algo machacado.
Por último, chequea que todas las luces de la instrumentación se apaguen después de arrancan... ya que ‘ apagar’ las del ABS o el airbag te puede costar un pico.