DALE AL BOTONCITO...
QUna de las cosas que caracteriza a la inmensa mayoría de deportivos de este tipo es las posibilidades de jugar con las diferentes configuraciones de sus modos de conducción. Sin embargo, cada uno lo hace a su forma. Así, en el RS 5 es posible seleccionar entre un modo Comfort, otro Auto y otro Dynamic –el más deportivo– para regular la respuesta del motor y del cambio, la dureza de la suspensión, el funcionamiento de la dirección activa –1.270e–, del diferencial trasero deportivo –1.715e- y el sonido del motor y de los escapes deportivos –estos últimos, 1.525e–.
Así que, pulsando el botón del Drive Select de la consola central, puedes ajustar todos estos elementos en estas tres configuraciones, pero también existe una cuarta posibilidad denominada Individual con la que puedes conjugarlos: por ejemplo, una respuesta de motor y cambio Auto con un sonido Dynamic y una suspensión Comfort...
Por su parte, el BMW cuenta, entre otros, con tres botones a la izquierda de la palanca de cambios que modifican la respuesta del motor, la dureza de la suspensión y el tacto de la dirección. Además, un cuarto botón te permite desconectar total o parcialmente el ESP; mientras que en la parte posterior de la propia palanca de cambios hay otro botón que regula en tres niveles la respuesta de la propia caja. En total, puedes jugar con tres tipos de reglaje para cada cosa. Por eso, y para facilitar el proceso, en el volante hay dos botones denominados M1 y M2 que permiten guardar tus dos selecciones favoritas de todo el conjunto, de manera que basta con pulsar uno de los dos para que tener el M4 a tu gusto.
Por su parte, el Mercedes recurre a un sistema parecido al del Audi, pues un mando ubicado en la consola central permite elegir entre cuatro modos de funcionamiento para la respuesta del motor y de la suspensión, además de otro para la caja de cambios y un cuarto para el control de estabilidad. Como en el BMW, todos estos elementos son de serie en el Mercedes.
¿Cuál de todas es nuestra favorita? Pues lo cierto es que depende mucho de los gustos de cada uno, pero hay cosas en las que más o menos todos coinciden. Por ejemplo, el modo deportivo del control de estabilidad te permite jugar bastante con las posibilidades del coche sabiendo que siempre tendrás un comodín en la manga. También es cierto que la posición más dura de la suspensión es ideal para circuitos, pero quizá demasiado firme para carretera.