6 GERARD LÓPEZ
Este hispano-luxemburgués, hijo de emigrantes gallegos, es uno de los mayores empresarios del mundo. López apostó por las compañías relacionadas con las nuevas tecnologías cuando aún nadie le veía demasiada utilidad a eso de Internet, e hizo fortuna invirtiendo en pequeñas empresas que, después, vendía por millonadas –por ejemplo, fue uno de los creadores de Skype, la aplicación de llamadas telefónicas online, por la que la web de subastas online eBay le pagó unos 3.200 millones de euros–. Actualmente, cuenta con participaciones en unas 70 compañías, repartidas a lo largo y ancho del mundo, y en las que trabajan, aproximadamente, 10.000 personas. López habla ocho idiomas de forma fluida –francés, alemán, luxemburgués, español, gallego, portugués, italiano e inglés–… “y en la universidad me metí con el japonés y también hablo un poco el árabe por los amigos”, añade.
En 2009, López compró la escudería Lotus de Fórmula 1, que presidió entre 2009 y 2015 –en 2014 también ocupó el cargo de jefe de equipo–. Le apasionan los automóviles: “me encanta usar mis coches. No me interesa demasiado si pueden romper un récord en alguna subasta”. Y es que López es un romántico: “hacerte con un Ferrari 250 GTO no es excesivamente difícil, todo lo que necesitas es una cuenta corriente que te permita pagarlo. Sin embargo, encontrar un Peugeot 205 GTI en un estado impoluto es bastante más complicado”.
Entre sus aproximadamente 100 vehículos, destaca un Rolls-Royce que perteneció a la actriz y cantante francesa Brigitte Bardot y que acompaña a muchos otros automóviles de lujo y carreras. Varios le han servido para participar en competiciones –con el equipo de Gravity Racing Internacional–, como las 24 Horas de Le Mans o las 24 Horas de Dubái, prueba en la que se ha subido tres veces al podio.
Algunas de sus piezas de colección más destacable son un Lamborghini LM002 – el último que se fabricó de los 300 que se construyeron–, un Countach QV del 84 –un V12 de 455 CV con el que Lamborghini quiso responder al nuevo Testarossa de Ferrari, que tenía 390 CV–, un Chevrolet Camaro SS de finales de los años 60, un Ruf Turbo –López es un gran amigo de Alois Ruf, propietario de este fabricante alemán de automóviles fundado en 1939, que se dedica a realizar versiones sobre chasis de modelos de la marca alemana–, un Corvette Stingray, un AC Cobra 427, un BMW E30 M3 Evo – evolución del mítico coche de competición– o un Lancia Stratos del Grupo 4 – dominador del mundial de rallyes a mediados de los 70–.