HONDA CIVIC SEDáN
En 2015, Honda desterró al Accord del mercado europeo, apostando por los SUV. Hoy, vuelve a reclamar su sitio entre las berlinas con el nuevo Civic Sedán.
CADA VEZ TIENEN menos éxito comercial, pero a mí siempre me han atraído. Hablo de las berlinas medias de tres volúmenes, tan afectadas por el auge de los todo camino y los monovolúmenes. Bien es cierto que un sedán no es tan práctico como dichos vehículos, pero son una propuesta familiar más tradicional que, a priori, además resulta más idónea para quien busque gratas sensaciones de conducción.
El VW Passat, el Ford Mondeo... ese tipo de berlinas generalistas aún subsisten gracias a su buena reputación, pero no muchas más. Las derivadas de modelos compactos han decaído aún más, e interesantes coches como el VW Jetta ya ni existen.
Sin embargo, Honda piensa que este formato puede volver a funcionar en Europa y, por eso, ha presentado el Civic Sedán. No es el primer ‘4 puertas’ en las diez generaciones de las que se compone la saga Civic, pero sí es el primero universal. De momento, únicamente se ofrece con el motor 1.5 VTEC Turbo de 182 CV que ya habíamos probado en el Civic 5p – número 18–, pero a mi parecer este propulsor le sienta mejor al Civic Sedán que al de 5 puertas.
Estoy seguro de que la respuesta se encuentra en la distribución del peso. Con 1.279 kg, el Civic Sedán apenas es más pesado que el normal, pero sí es 11 cm más largo hasta alcanzar los 4,63 m, lo cual repercute en un reparto de pesos un poquito más armónico que el 61:39 que exhibe el Civic 5p.
Por ello, aunque la diferencia es casi insignificante, en el Civic Sedán percibo más equilibrio y neutralidad sobre carreteras reviradas, y da la
sensación de que cambia de dirección con más naturalidad. Apostaría a que esta mejoría es más fortuita que intencional, ya que este Civic Sedán es universal, y es EE.UU. el lugar en donde más éxito se le augura, un país de carreteras rectas.
Las sensaciones con el motor no cambian. El bloque 1.5 VTEC Turbo tiene una considerable fuerza a bajo y medio régimen, si bien ha perdido toda la magia que caracterizaba a las mecánicas VTEC atmosféricas. Es un motor resultadista, ya que ofrece un mejor rendimiento que los antiguos VTEC sin turbo, pero su respuesta no es tan emotiva, sobre todo por el hecho de que es mucho menos elástico: sus 182 CV ya están liberados a sólo 5.500 rpm y, por encima de ahí, no hay nada.
La instantánea respuesta del acelerador, o el maravilloso sonido de la admisión, son otras cosas que se han perdido con la adhesión de un turbocompresor, pero la realidad es que, en los aspectos objetivos, este VTEC Turbo mejora en todo a sus predecesores, tanto en prestaciones como en consumo.
La postura al volante, marcadamente baja, es un aspecto muy bien resuelto, y el tacto del cambio manual no admite reproche alguno, ya que tiene un manejo firme, unos recorridos cortos y precisos, y una palanca colocada ‘a escuadra y cartabón’, porque su posición es perfecta.
Sólo me desagrada el abuso de elementos táctiles en la pantalla central, porque hasta el mando del volumen lo es, lo cual supone una distracción al volante. Pero, por lo demás, el interior exhibe una notable calidad y las plazas traseras son incluso más espaciosas que las del último Accord.
Esta unidad lleva instalada la suspensión adaptativa, un elemento que, al igual que en el Civic 5 puertas, me parece muy prescindible. En absoluto funciona mal, pero la variación entre los modos Normal y Sport no resulta demasiado apreciable. El centro de gravedad está muy bajo y el eje trasero es multibrazo, así que la amortiguación estándar ya es suficiente para proporcionar un buen aplomo y una considerable agilidad en curva que sólo se ve empañada por una dirección rápida, pero demasiado ‘digital’.
Este Civic vale 28.200e asociado al acabado superior Executive –que lleva de todo: faros de led, navegador, asientos de piel...–, pero puedes tenerlo por 23.100e si optas por el más modesto Comfort. En un mercado tan pequeño como el de las berlinas compactas, es una competente alternativa muy completa y más barata que los Mercedes CLA y Audi A3 Sedán, y también respecto a modelos de un segmento superior, como el Volvo S60.