GUíA DE COMPRA VW LUPO GTI
(2000-2005) Pequeño, peleón y bien construido, e l L upo más depor tivo tiene, con mot i vo, una l egión de seguidores. Y podrías averigurar por qué desde apenas 5 .000 euros.
Pequeño, peleón y bien construido. Este clásico moderno tiene muchos adeptos y se puede adquirir desde apenas 5.000€
Cuando se lanzó el lupo GTI a finales del año 2000, algunos medios lo compararon con el VW Golf GTI Mk1. Y se podía entender por qué. Como en el Golf clásico, el Lupo era compacto, ligero y muy divertido de conducir. Teniendo en cuenta el inevitable crecimiento en tamaño y peso de los coches, esto era motivo de celebración. Y ahora, como aquellos primeros Golf, el Lupo GTI se está convirtiendo en un clásico moderno con un montón de adeptos.
De hecho, atendiendo a las cifras, el pequeño lobo –Lupo significa lobo, en un guiño a la sede de Volkswagen en Wolfsburgo– tenía bastante más poderío que su bisabuelo. Aunque ambos – en el caso del Golf, al menos en un principio– equipaban motores 1.6 litros y cuatro cilindros que transferían su potencia a las ruedas delanteras, el Lupo alcanzaba los 125 CV frente a los humildes 110 CV del Golf. Y las prestaciones mejoraban en consonancia: los 8,2 segundos en el paso de 0-100 km/h y una punta de 204 km/h superaban a los 9 segundos y 182 km/h del Golf. Eso es progreso.
El Lupo GTI era un pequeño deportivo muy serio. Utilizaba el mismo motor del Polo GTI, pero pesaba sólo 1.038 kilogramos, gracias en parte a su capó, puertas y aletas delanteras de aluminio. Estéticamente lucía un prominente frontal, grandes tomas de aire, aletas y vías ensanchadas, llantas más grandes de 15 pulgadas, un sutil spoiler de techo y, lo mejor de todo, una atractiva doble salida de escape central.
Bajo su piel había amortiguadores y muelles mejorados que rebajaban la altura en 20 mm y discos de freno en ambos ejes. Y, por dentro, era soso pero serio: el único punto negativo eran los asientos, que no sujetaban demasiado. Por lo demás, era una pasada, aunque algo caro; costaba casi 18.000e antes de opciones, entre las que destacaban el aire acondicionado, la tapicería de cuero, el lector de CDs o el techo solar eléctrico.
A finales de 2001, el modelo mejoró al ser reemplazada la caja de cambios original de cinco velocidades por una de seis. Con una relación de marchas más corta, la nueva transmisión aportó ímpetu al Lupo y, aunque supuso que como conductor tuvieras más trabajo, aumentó la diversión.