MUCHOS PUNTOS EN COMúN
Hablar del Cayman GT4 es hablar del 911... por varias razones. El motor es el 3.8 del 911 Carrera S de 2015, con la potencia rebajada de 400 a 385 CV. No obstante, es capaz de alcanzar el régimen de potencia máximo más rápido gracias al empleo de un volante de inercia más ligero –se trata de la pieza que regula el movimiento del cigüeñal, encargado de accionar los pistones–. Su mayor cilindrada – es el propulsor más grande que ha llevado el Cayman– exige girarlo 180 grados y recolocarlo al lado contrario de lo habitual cerca del eje trasero.
Por supuesto, más potencia obliga a una profunda modificación de varios elementos del chasis. El tren delantero procede directamente del 911 GT3 así como la dirección, lo que supone un ensanchamiento del paragolpes anterior para ‘ hacerle sitio’. Esto implica una mejora en la entrada a las curvas, ganando precisión. El GT4 lleva la suspensión adaptativa PASM – ajusta, de forma activa y continua, la dureza de la amortiguación en cada rueda; permite elegir entre dos modos– y se rebaja la altura de la carrocería en 30 mm para lograr un centro de gravedad más bajo. Por otra parte, los frenos mejoran su rendimiento gracias a la inclusión de los enormes discos de 380 mm en ambos ejes del 911 GT3 – en un Cayman GTS de 2015 eran de 330 mm delante y 299 mm detrás–.
El cambio es una ‘ tradicional’ caja manual de seis marchas, desechando la automática de doble embrague PDK. Además, la transmisión se asienta sobre unos soportes que varían su rigidez para que los movimientos de la caja de cambios – oscilaciones y vibraciones– afecten en la menor medida posible.
En el caso del 911 GT3, esta es la última evolución de la versión que llegó al mercado en 2013. En aquel momento, la única opción disponible a nivel transmisión era la PDK de siete velocidades, especialmente puesta a punto para sacar el máximo partido al propulsor 3.8 de 475 CV.
Sin embargo, con la llegada del último restyling al GT3 en 2017, el radical modelo recibió la mecánica 4.0 atmosférica de 500 CV procedente de la competición y, como gran novedad, la posibilidad de elegir entre la PDK o un cambio manual de seis marchas.