Mercedes AMG E63 S
Con su sobresaliente motor 4.0 V8 biturbo de 612 CV, su brillante tracción total conectable y su excelente tren delantero, el E63 S es el actual rival a batir.
os modelos de AMG no solían quitarle el sueño a los M de BMW. Ni a Porsche, en general. No solían... pero las cosas han cambiado. El E63 S está dotado de un motor 4.0 V8 portentoso, que ofrece a la vez 612 CV de potencia y un sistema de desconexión de cilindros... para ahorrar combustible a velocidades terrenales.
El cambio, la Speedshift MCT, es el resultado de sucesivas iteraciones realizadas sobre las 7G y 9G-tronic, con el propósito de dotarla de un tacto deportivo... que actualmente está muy logrado.
El sistema de tracción total es tan inteligente y brillante como el del Porche Panamera o el M5... y no deja de ser irónico que se trate de una solución inventada por BMW en los tiempos del X5. El eje trasero siempre recibe par. Y el delantero se acopla a medida que la adherencia del trasero comienza a ‘saturarse’. Detrás, monta un diferencial autoblocante similar al que ofrece el M5 y el Panamera.
La suspensión delantera emplea un elaborado esquema de trapecios superpuestos, igual que hacen los otros dos rivales. Sin embargo, el E63 AMG se beneficia del sistema de suspensión neumática de dureza variable Airmatic.
El E63 S es capaz de ‘mojarle la oreja’ al M5 en aspectos como los frenos de serie, la facilidad de conducción o el sonido del motor. En otros apartados, como la ergonomía y acabados del interior, el funcionamiento del sistema de infoentretenimiento o el rendimiento del motor en la zona más alta del cuentavueltas, el resultado se invierte. El M5 ofrece más opciones de configuración, pero a priori parece que el modo RACE del E63 S permite realizar una conducción controlada aunque más próxima a los límites de la física. Ambos cuestan aproximadamente lo mismo. Prácticamente son dos gotas de agua. Decidirse, sin tener uno al lado del otro, sería una temeridad.