Porsche Panamera Turbo
Exige hacer algunas concesiones en cuanto a precio, habitabilidad y equipamiento de serie, pero un Panamera con dirección trasera probablemente sea la gran berlina más ágil del mercado.
a estrategia del Panamera Turbo para conquistar la supremacía en el segmento es sencilla: es más caro... y cuenta con más tecnología opcional que sus rivales. Por fuera, es probablemente el más espectacular y estilizado de los tres. Aunque la estética siempre es discutible. Lo que resulta innegable es que es el único de los tres dotado de un alerón trasero biplano desplegable digno de cualquier película de Batman.
Por dentro, es una especie de aplicación a cuatro plazas de un 911. No resulta tan espacioso como el M5 o, sobre todo, el Mercedes, pero la ergonomía es impecable. El interfaz con el usuario también está muy bien, dentro de las peculiaridades de su diseño.
El motor se encuentra 50 CV por detrás del BMW o el Mercedes, pero hay que reconocer que ofrece la cantidad justa de potencia para que el coche resulte asequible sin llegar a sobrepasarte o sobrecogerte.
El sistema de tracción es tan impecable como en el Mercedes o el BMW –tracción trasera con eje delantero conectable–, y la caja de doble embrague y ocho velocidades PDK cuenta con ese accionamiento mecánico y levemente tosco que la hace parecer ‘especial’ y que muchos clientes adoran.
El tacto de conducción también es fantástico. La suspensión es confortable, pero conserva el punto de dureza ideal para subrayar que se trata de un deportivo. La dirección trasera el brinda un tacto de volante endiabladamente rápido y preciso. De los tres, es sin duda con el que más a gusto te sientes a la hora de apurar los límites, el que ofrece el tacto más directo, flanco y nítido.
Por supuesto, el Panamera Turbo cuenta con algunos defectos ‘estructurales’. El primero son sus plazas traseras, que no resultan tan acogedoras como las del Mercedes E63 o el BMW M5. De hecho, para bien o para mal, en el Panamera todo está marcadamente construido en torno al conductor.
El segundo, es lo terriblemente caro que sale equiparlo ‘como Dios manda’. Paquete Sport Chrono, eje trasero direccional, estabilizadoras activas, escape deportivo... total, se acaba poniendo en unos 200.000 euros. Con semejantes tarifas, lo suyo casi podría considerarse competencia desleal.
El tercero es que no se encuentra al mismo nivel que el M5 o, especialmente, el E63S en materias de asistencia a la conducción. El Panamera no se desenvuelve –aún– de manera semiautónoma en los atascos. Algunos lo considerarán una faceta secundaria en un Porsche.. aunque en el fondo el problema reside en que su plataforma no es tan avanzada como la que acaba de estrenar el Cayenne, que sí ofrecerá esa clase de sistemas a partir del año que viene.
La lucha por la supremacía en el segmento de las grandes berlinas alemanas nunca estuvo tan apretada.