ASTON MARTIN VANTAGE
DB10 –un prototipo creado para la vigésimo cuarta película de James Bond, Spectre, y del cual sólo se hicieron diez unidades– con la agresividad de Vulcan –una edición limitada destinada al uso exclusivo en circuito–.
Lo cierto es que el parecido con el DB10 –diseñado en 2014– es más que notable. Sin embargo, el jefe de diseño de Aston Martin, Marek Reichman, no cree que le reste valor al estilo del Vantage: “Para nada; en todo caso, nos proporcionó una fase de diseño adicional, ya que pudimos ver un prototipo terminado y en funcionamiento en la pantalla grande casi 18 meses antes de cerrar el diseño definitivo”.
La influencia del Vulcan también es clara, desde la característica parrilla Aston Martin hasta el difusor en la parte baja del paragolpes trasero, que a diferencia de Con 510 CV de potencia y un precio que, probablemente, estará en torno a los 170.000 euros, el nuevo Vantage tendrá mucho que decir en el segmento de los deportivos; es más, será notablemente más barato que el anterior Vantage con motor V12 y 517 CV. La parte negativa es que tendrá que vérselas con modelos con mucho pedigrí en el sector: Mercedes-AMG GT S, Porsche 911 Turbo, Audi R8 V10 –el único que aún conserva un propulsor con aspiración atmosférica–... La otra alternativa, el McLaren 540C, no tiene tanto bagaje como el resto, aunque planteará un interesante duelo de compatriotas.
lo habitual en otros coches, sí tiene una función aerodinámica. Hasta llegar a este elemento, el flujo de aire discurre por una compleja red de canales en los bajos, que también influye en la refrigeración. Por otra parte, las ‘branquias’ laterales administran la presión del aire en los alerones delanteros, mientras que el alerón trasero integrado en el portón es un guiño al anterior Vantage. El resultado no es baladí: es el primer Aston Martin de producción en serie que genera carga aerodinámica.
El nuevo Vantage es más largo, ancho y alto que el modelo saliente, aunque también notablemente más ligero. Mide 4,47 metros de longitud, 1,94 m de anchura y 1,27 m de altura, y en la báscula arroja unos aquilatados 1.530 kilos en vacío, que vienen a representar una rebaja de unos 150 kg.
La arquitectura y el diseño del habitáculo también cambian por completo. La postura de conducción es muy baja, con un asiento ubicado muy próximo al eje trasero. Hay más espacio que antes, a pesar de un amplio túnel de transmisión que presenta botones y mandos procedentes de Mercedes-AMG. Sin embargo, hay interruptores giratorios y de palanca a medida, con funcionalidad táctil, y el cuadro de instrumentos está dividido en tres partes.
Se ofrecen una serie de paquetes de opciones, como el Black Pack exterior – rejilla frontal y marcos de las ventanillas en color negro mate–, el Tech Pack –apertura de puertas sin llave, control del ángulo muerto en los retrovisores, aparcamiento automático...– y el Comfort Pack –asientos calefactables y regulables eléctricamente en 16 direcciones–. Las entregas del nuevo Vantage en España están programadas para el segundo trimestre de 2018, con un precio que estará en torno a los 180.000 euros.