JAGUAR XJR575
Su diseño generará opiniones para todos los gustos, pero el XJ más poderoso hasta la fecha es absolutamente vandálico sobre la carretera.
‘Si te lo pasas tan bien como nosotros, no te durarán mucho los neumáticos traseros’
AGUAR HA APLICADO LEVES CAMBIOS en el XJ de 2018. Soy consciente de que esto no será lo más excitante que hayas escuchado esta semana, y probablemente tampoco lo sea en el día de hoy, o incluso en la última hora. A no ser que seas chófer o estés ya en edad avanzada y hayas tenido algunos Jaguar a lo largo de tu vida. Lamentablemente, las grandes berlinas son un negocio en declive en Europa, excepto en el caso del Mercedes Clase S. Y la actual generación del Jaguar XJ, que data de 2009, no ha logrado revertir la situación. Sin embargo, Jaguar ha efectuado pequeños cambios en su XJ, entre los que destaca la inclusión de su último sistema de infoentretenimiento, para intentar alargar su vida quizá un par de años más.
Y luego está este coche. El nuevo XJR575 es la variante deportiva del XJ y está equipado con un motor 5.0 V8 sobrealimentado con 575 CV. Más allá de la mecánica, se distingue por una estética sutilmente más musculosa con un faldón delantero específico, unas taloneras, un pequeño alerón y llantas de 20” en negro brillante o gris oscuro.
Dentro es mucho más discreto, pues el XJR575 apenas añade unos asientos deportivos con el emblema ‘575’ bordado en los respaldos, y una franja decorativa de fibra de carbono en la parte superior del salpicadero. Sinceramente, ni el exterior ni el interior es de mi estilo, aunque hay que reconocer que en Jaguar han estado muy finos a la hora de inducir cierto aroma deportivo en algo tan poco propenso a recibirlo como es una berlina de más de 5 metros de largo.
Además, una vez cierras la puerta del XJR575, te olvidas de que en verdad es una berlina de lujo. El acogedor y contemporáneo habitáculo sigue siendo el mejor de Jaguar hasta la fecha, y no sólo en términos de calidad –algo de esperar teniendo en cuenta que es el Jaguar más caro–, sino también por diseño, ya que ocho años después de su lanzamiento sigue manteniéndose joven. Con una excelente postura de conducción, y un agradable volante, te metes en el papel antes incluso de presionar el botón de arranque y que el silencio se rompa.
Delante del conductor descansa una de las mejores variantes del venerable motor 5.0 V8 de Jaguar, que en esta versión alcanza los 700 Nm de par. En su modo Normal, es tan recatado como el resto del coche, avanzando con soberbia sin sugerir su siniestro potencial. Si seleccionas Sport, descubrirás el sensacional barítono de la mecánica V8, aunque desprovista de los ordi-
narios bangs inducidos por la electrónica en otros modelos que también utilizan este motor con un sonido mucho más atronador, como el F-Type. Pero eso no coarta sus prestaciones, pues acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanza 300 km/h.
La transmisión de convertidor de par y ocho relaciones está finamente calibrada, mostrándose reservada y suave en el programa Normal, y enérgica y expeditiva en Sport; pero sobre todo muy nítida y obediente cuando la manejas manualmente a través de las levas, que es como conduzco la mayor parte del tiempo. Los frenos merecen una mención aparte también, por su resistencia heroica al constante uso intensivo teniendo en cuenta la gran masa que tienen que contener.
Esos modos Normal y Sport son lo más parecido a un abanico de programas de conducción en el XJ, sin embargo, se complementan muy bien con la desconexión del control de tracción. Lo sé, con semejante potencial en las ruedas traseras puede parecer poco precavido quitar las ayudas electrónicas, pero sin ellas el 575 se transforma. Simplemente, no se siente como una berlina de 5,13 metros de longitud.
El habitáculo está muy bien aislado, lo que significa que el 575 puede ser tan cómodo como cualquier otro XJ, aunque bien es cierto que esta generación no destaca tantísimo como las anteriores en confort. Sin embargo, lo compensa siendo la mejor en los aspectos dinámicos.
La principal arma del 575 es su habilidad para someterse alrededor de su conductor. Aunque en 2015 recibió una dirección electromecánica sustituyendo a la anterior hidráulica, aún se siente muy precisa, natural y bien ponderada. Es un coche muy agradable de conducir porque en lugar de aprovecharse de la tecnología para intentar que un automóvil de este tamaño haga cosas que en realidad no debería poder hacer, se basa en una receta más tradicional en la que no falta retroalimentación con el conductor, equilibrio en el chasis y un fuerte carácter que no sólo te logra entrenener, sino que te atrapa en una experiencia inexorable. Es predecible y resulta relativamente fácil llegar a esa etapa en la que obtienes tanta confianza con el vehículo que comienzas a exceder deliberadamente los límites de adherencia de los neumáticos traseros. De hecho, si te lo pasas tan bien como nosotros, no te durarán mucho.
Agradezco cada minuto que el 575 me ha brindado detrás del volante. Suave y silencioso en algunos momentos, desenfrenado y rimbombante en los siguientes, el 575 es una berlina de calidad y genuino espíritu deportivo. Es una lástima que esté pasado de moda y que se vea superado en practicidad por sus principales rivales. Si Jaguar pudiera destilar todas las bondades de este XJR575 en un ‘empaquetado’ más práctico y moderno, como por ejemplo el que ofrece el Porsche Panamera Sport Turismo, o quizá escogiendo una estilosa carrocería coupé de cuatro puertas, estaríamos ante algo magnífico. Sólo podemos soñar...