EL MÉTODO WILSON
Este hombre ha pulido las habilidades de algunos de los mejores pilotos del mundo. Se llama Rob Wilson y nos ha enseñado el arte de la velocidad... al volante de un Astra.
Un ex-piloto neozelandés ejerce de gurú para enseñarnos cómo humillar a todo un Porsche 911 GT3 RS a los mandos de un humilde Opel Astra
No hago más que revivir esos segundos en mi mente. Y por más que repaso la experiencia, no puedo encontrar ningún cambio en el lenguaje corporal o en el nivel de concentración; ni siquiera variación alguna en el estilo de conducción. Todo ha sido completa, total y espectacularmente fluido.
Imagínate la escena: Rob Wilson al volante y yo en el asiento del copiloto rodando tranquilamente por el circuito de pruebas británico de Bruntingthorpe en un modesto e inocente Opel Astra 1.4 litros. Haciendo este recorrido que Rob se sabe al dedillo, me habla de trazadas, técnicas y todo de manera constante y moderada. Y entonces, ¡BAM!
Rob mantiene su voz sosegada y el refinado control de los mandos, como si intentara devolver una tozuda yegua a su establo engatusándola solo con palabras. Pero el Astra... Pobre Astra. Ahora parece que un elefante le hubiera dado una patada en el culo. Entramos a la larga curva de derechas de final de pista a una velocidad y con una determinación que creo jamás he visto o sentido antes, y mi pie derecho comienza instintivamente a aplastar la alfombrilla, en un gesto algo patético.