TECNO: CóMO FUNCIONA LA TELEMETRíA II
Si el mes pasado repasábamos todas las formas que existen de recabar datos sobre el funcionamiento de un coche de competición, en esta segunda edición nos centramos en cómo analizarlos y su significado.
EL PRINCIPAL PROBLEMA ES QUE casi todos los parámetros están interconectados”, me explica Roberto, nuestro experto en adquisición de datos, frente a dos pantallas que parecen un cruce entre los monitores de constantes vitales de una unidad de cuidados intensivos y la evolución en tiempo real de los índices bursátiles de medio mundo. “Pero te puedo proporcionar unas indicaciones generales para que los lectores intuyan más o menos cuál es el proceso”. Vamos allá...
“El primer paso es garantizar la fiabilidad. Cuando no hay telemetría, es relativamente sencillo. Tu cometido es asegurarte de que nada indique que vaya a haber una avería en carrera, pero una vez que el coche sale a pista, ya no está en tus manos. Con telemetría, es todo mucho más complicado, especialmente en carreras de resistencia donde hay tiempo para hacer reparaciones. Y sobre todo, si el circuito es largo. Imagina que detectas un aparente pinchazo 30 segundos antes de que el coche pase por la entrada de boxes en un circuito como Le Mans. En un parpadeo tienes que decidir si hacer entrar al coche... con la presión de saber que no va a poder completar una vuelta si el pinchazo es auténtico”.
“La segunda gran utilidad de la adquisición de datos es contribuir a mejorar la puesta a punto del coche. Aunque seamos claros... los sensores no te dicen qué debes modificar. Sólo son una herramienta para comparar configuraciones y, cuando tienes mucha experiencia, diagnosticar problemas sin necesidad de realizar más pruebas dinámicas. Además, la adquisición de datos permite convertir la vuelta en una sucesión de pequeños problemas más sencillos de resolver, porque analizamos curva a curva”. “A pesar de eso, tienes que estar mentalizado de que el objetivo es optimizar: puede que tengas que sacrificar prestaciones en zonas lentas para ganar en zonas rápidas y conseguir así un tiempo de vuelta más bajo”.
“Finalmente, la adquisición de datos es una herramienta fundamental para ayudar al piloto a descubrir en qué puntos del circuito puede haber pequeños márgenes de mejora. Aquí, el piloto compite contra sí mismo, vuelta tras vuelta... y contra sus compañeros de equipo”.
En definitiva, lo que os puedo asegurar que hemos aprendido con Roberto es que una vuelta a un circuito es, en realidad, terriblemente larga. Gracias a la adquisición de datos, cada curva, cada bache e, incluso, cada ráfaga de viento adquiere relevancia. La adquisición de datos eleva el arte de pilotar a un nivel completamente distinto. Lo convierte en una auténtica competición.