VEREDICTO
El Golf R es un compacto deportivo muy completo, pero en esta comparativa ocupa el tercer escalón del podio. No obstante, hay momentos en los que piensas que el VW es el coche perfecto. Entra en los giros apoyándose en el eje delantero de una manera muy efectiva y segura, y luego permite pisar el acelerador pronto y salir disparado, notando perfectamente como las ruedas traseras acompañan la maniobra con maestría. Pero los momentos emocionantes son los menos frecuentes, ya que está planteado para mostrarse efectivo siempre de la misma manera. Si lo conduces de una forma más agresiva es cierto que resulta más entretenido de lo que esperas, pero es complicado mantener ese nivel durante mucho rato. El Golf está pensado para circular como un cohete sin despeinarte. Cuestión de gustos. Quizá para los conductores de carácter más frío sea su ganador.
Y la pareja que queda para ocupar el primer puesto lo cierto es que no puede estar más igualada. El Mégane es un coche tremendamente efectivo y del que siempre estás aprendiendo cosas. El sistema de ruedas traseras directrices es lo que marca su comportamiento, con una habilidad salvaje para generar toneladas de agarre y mucha agilidad. Al principio resulta inquietante, con la trasera reaccionando una fracción de segundo después de la orden dada desde el volante. Pero a medida que aumentas la velocidad, adquiere todo el sentido. El motor cumple como para no desentonar en absoluto en esta compañía, y tan sólo nos gustaría que el cambio re- sultara un poco más rápido en su manejo cuando quieres rodar al máximo.
El Type R otra cosa no, pero si hablamos del cambio manual, cuenta con el mejor del segmento... y muy probablemente sea uno de los mejores del mercado. No es tan ágil como el Mégane, aunque desde luego sí ofrece una horquilla de entretenimiento más amplia que la del Golf, con un rendimiento mecánico espectacular y unos frenos que, en carretera, no tienen fin. Transmite mucho aplomo y la suspensión es capaz de tragarse, literalmente, cualquier irregularidad del asfalto sin afectar a la compostura del coche. Es un modelo que, a nivel chasis, exhibe la sofisticación de vehículos mucho más caros.
De esta forma, estamos deseando que llegue el Mégane Trophy para, si resulta pertinente, deshacer este empate.