al volante, máximo respeto
CASI TODOS ESTAMOS METIDOS en grupos de WhatsApp, o consultamos con frecuencia las redes sociales. Y, si eres aficionado al mundo del motor, es más que probable que por alguna de estas dos vías tengas acceso a determinados vídeos de conductores ejecutando maniobras temerarias en alguna vía o carretera abierta al tráfico.
Algunas de las lindezas de las que os hablo son adelantamientos en lugares sin visibilidad; o el desprecio absoluto por las líneas continuas; una alarmante reducción de la distancia de seguridad con el coche precedente; y, en general, conductas que no sólo son ilegales, sino que ponen en claro peligro la seguridad del resto de usuarios de la vía.
La mayoría de las veces los protagonistas de los vídeos de los que os hablaba antes son vehículos de corte deportivo. No me gusta generalizar. Es más, pienso que hacerlo es un error. Sin embargo, esta clase de conductores no hace otra cosa que poner una etiqueta negativa a los que disfrutamos conduciendo coches emocionantes... Algo que me recuerda a lo que también sucede con los usuarios de motocicletas deportivas o R, que bastantes veces sufren esa generalización y se les mete en un mismo saco con el calificativo de descerebrados o inconscientes.
Condeno la falta de respeto de los conductores en general, y en especial aborrezco a aquellos que desprecian de manera sistemática su vida y la de los demás.
Hay que tener claro que el comportamiento que cada uno exhibimos en la carretera no está asociado al automóvil que conducimos, sino más bien con temas relacionados con la educación vial y los modales.
De esta forma, aprovecho estas líneas para pedir a las autoridades pertinentes que se planteen invertir más recursos en ofrecer a la población formación relacionada con los hábitos de conducción, y que la seguridad vial sea una asignatura importante en todas las escuelas. Sólo así tendremos conductores más y mejor formados en nuestras carreteras.