TECH: DETECCIóN DE MANOS SOBRE EL VOLANTE
Desde mayo de este año, todos los coches dotados de un asistente de mantenimiento de carril deben de avisar al conductor si detectan que se ha soltado el volante durante más de 15 segundos... y apagarse transcurrido un minuto.
Tal como hemos pronosTicado de forma reiterada, la introducción de la conducción autónoma está ocurriendo de forma lenta y progresiva, casi imperceptible. Sin embargo, la llegada paulatina de nuevos sistemas, y de ampliaciones sobre las funciones de los existentes, está suscitando nuevos desafíos tanto técnicos como legales para garantizar que se hace un uso correcto de estos sistemas, de manera que no se genere ningún peligro para los conductores o el resto de usuarios de la vía.
Al principio, tan sólo se disponía del control de crucero adaptativo, que se encarga de la regulación de la dinámica longitudinal – una forma pedante de decir que acelera y frena de forma autónoma para seguir al coche precedente–. Pero, con la llegada de los sistemas que controlan la dinámica lateral – es decir, la dirección–, ha surgido la necesidad de vigilar el comportamiento del conductor dado que todos estos sistemas pertenecen a la conducción autónoma de nivel 2, y están diseñados para ayudar al conductor… pero sin sustituirle.
Actualmente, existen múltiples categorías de asistentes de dirección: desde los que pretenden evitar que abandones el carril a los que son capaces de pedirte autorización para realizar cambios de carril de cara a seguir el itinerario programado en el navegador –esta función acaba de ser lanzada por Tesla en EE.UU., y se denomina Navigate on Autopilot–. Y en todos los casos existe el requisito legal de que sea el conductor el que se encuentre al mando del vehículo, tanto por razones de seguridad –las prestaciones de estos sistemas son bastante limitadas, y tienden a fallar con frecuencia– como legales –en un sistema de nivel 2 el conductor es el único responsable de lo que ocurra–.
Para conseguir lo anterior, el grupo de expertos del Comité para la Reglamentación de Sistemas de Dirección Automática de Naciones Unidas ha realizado una serie de recomendaciones, algunas de las cuales ya se han convertido en ley y se están aplicando en los coches a la venta en la actualidad. Todas ellas pretenden evitar accidentes como el que sufrió un conductor de un Tesla Model S en 2016, que colisionó contra un camión tras circular 37 minutos en modo Autopilot… en los que mantuvo las manos en el volante durante solamente 25 segundos. Aunque también tienen, como efecto secundario, el hacer que estos sistemas resulten cada vez menos confortables debido a la frecuencia creciente con la que se producen ‘falsos positivos’ –avisos para volver a coger un volante que ya estamos sujetando–. Vamos a ver en qué consisten y cómo funcionan desde el punto de vista técnico.
La frecuencia con la que se reciben falsas alarmas reduce notablemente el agrado de uso de estos sistemas