EDUARDO ALONSO
Con casco. Así fue mi ‘ momento Porsche' que elegiría entre todos los que por for tuna he tenido. Sujeto por arneses Schroth y dentro de un 911 en el que hacía más calor que en una sauna, viví mi momento más erótico con un Porsche.
Fue en una presentación de prensa, pero paradójicamente no estaba organizada por Porsche, sino por Dunlop. El fabricante británico de neumáticos nos citó en el circuito de pruebas de Mireval – Francia– para probar las nuevas gomas Sport Maxx Race 2 específicas para el 911 GT3 de la generación 991. Así que, por tanto, conduciríamos el citado vehículo.
Recuerdo que entre los GT3 que tuve a mi disposición para probar había uno con cambio manual y paquete ClubSpor t, el cual añadía jaula antivuelco, arneses y un extintor. Como te puedes imaginar, es el que escogí. Hasta el momento había conducido muchos 911 y un par de GT3, pero nunca uno con transmisión manual. Por fin, había llegado la opor tunidad de experimentar tan ansiado momento para mí.
Reconozco que, a l a hora de escribir posteriormente sobre este GT3 ClubSpor t, me costó horrores encontrarle algo malo. Hasta el punto de que, por un breve momento, i ncluso me cuestioné mi c riterio profesional. El motor 4.0 atmosférico de 500 CV es el mejor que he probado nunca. Estira hasta casi 10.000 km con una rabia que i ncluso asusta, y empuja con una contundencia que me resultó hasta i rrespetuosa para con sus rivales. Además, el tacto del cambio manual de seis velocidades era absolutamente exquisito, con i nserciones rápidas y ‘ mecánicas'.
Y si me llegan a decir que los neumáticos Dunlop iban impregnados en pegamento me lo hubiese creído, pues la motricidad en las curvas lentas era sencillamente brutal, mientras que la adherencia lateral en las rápidas rozaba lo sobrenatural. Era un maldito coche de carreras.
Cambiaba de dirección de forma telepática y estableció conmigo una profunda conexión emocional que en ningún otro coche he revivido. Simplemente, como ya escribí en su momento, aquel 911 GT3 con cambio manual glorificaba el automovilismo más puro y esencial. MI PORSCHE FAVORITO DE TODOS LOS TIEMPOS Son muchos, pero me quedo con el 911 R, uno de los últimos héroes con motor atmosférico y cambio manual.
WALTER RöHRL Y YO NOS DEDICAMOS A DERRAPAR DESPACITO EN UN ‘ BAILE’ INOLVIDABLE