Preparaciones de locura
Durante un mes, muchas son las veces en las que paso por un Car Wash en la 27th Avda para tener mi coche impoluto y, de paso, ver a mi amigo Ángel; un nombre muy español para tratarse de un neoyorquino que se mudó a Florida hace 18 años, y al que conocí al poco de llegar yo a Miami.
Ángel tiene un taller llamado 4x4andMore de reparación de automóviles y de 4x4 al lado de mi lavadero preferido. Siempre suele tener algún deportivo de altas prestaciones o alguna inmensa pick-up para cambiar ruedas o realizar alguna pequeña transformación. Si no habéis estado en Miami, no os podréis hacer una idea de la cantidad de Ferrari, Lamborghini, Rolls-Royce, Aston Martin… que hay circulando por las calles de esta cálida ciudad, y si hablamos de Porsche es flipante, parece que los regalasen. En lo referente a los 4x4, es otra película y tiene una explicación en el bajo coste que tiene hacer un leasing de cualquier coche. Con un buen crédito puedes acceder a cualquier máquina por exclusiva que sea. Aquí la mayoría de las ventas se hacen así.
Por ejemplo, vas a BMW y puedes llevarte en el momento un M4 Cabrio súper equipado por 1.400 $ al mes, con una pequeña entrada de 2.000 $. A los tres años lo devuelves, lo pagas, o lo cambias por otro. Así de fácil.
Hoy en el taller de Ángel tenían un Ford Pick Up F250 para hacer una preparación; o customizar como dicen aquí. El dueño del coche estaba hablando con mi amigo de lo que quería hacer y les pregunté si podía escribir un artículo sobre la preparación, me dijeron que sí. Agra- deciendo la deferencia, comenté que era una lástima no haberlo probado antes de realizar la preparación y, al oírlo, el dueño me dijo: “Eso no es problema, ¡vamos a probarlo ya! ¿Quieres?” ¡Sí, genial!
Yo estoy familiarizado con este tipo de pick-up, pero quería tener más referencias del modelo de serie antes de que empezaran a desmontarlo y tunearlo. No sabéis cómo acelera el inmenso motor diésel de 7 litros… tiene más par que muchos turismos. ¡Menuda locura!
Ya en el taller, desmontaron los trenes delantero y trasero, empezaron a medir la distancia que necesitarían, ya que tiene mucho que ver con las ruedas que querían instalar, porque estas van a ser muy anchas. Muchas de las personas que suben los 4x4 no saben las reacciones que van a tener después o cómo se va a comportar el vehículo por carretera. Este es un factor muy importante, ya que tiene que ser seguro y, cuanto más se levanta un coche, menos estabilidad ofrece.
Si vieseis las ruedas a mi lado, no os creeríais el tamaño de las mismas. Los amortiguadores de cada una de las ruedas y el de dirección son también mucho más grandes y mejores. Una vez instalado todo el equipo para levantarlo ( liftkit), hay que ajustar las ruedas en las llantas. Para ello, hace falta una máquina especial de montaje debido a la anchura y altura, un buen equilibrado y la instalación final.
Toda esta labor se suele hacer en un día de trabajo. Se nos hizo de noche y el pick-up mostraba una silueta musculosa, realmente se veía muy bruto. Desde la ventana, el dueño me llamó para que me subiera, pero era imposible, ya no lo podía hacer desde mi silla de ruedas porque estaba muy alto, y me tuvo que ayudar Ángel. Subido en el asiento tuve la impresión de que el vehículo estaba mucho más alto de las 6” (15,24 cm) que lo habían levantado y, al girar las ruedas, comprobamos que tocaban un pelín con el protector de la aleta. Corrigieron esta pequeña anomalía y salimos raudos a la calle para probarlo. Desde allí arriba te sientes el rey de la carretera, los coches se ven muy bajitos.
El pick-up va muy bien y se nota que no sólo lleva el kit de suspensión, sino también los amortiguadores de dirección. Imagino que a muy alta velocidad será algo más inestable, pero no llegamos a acelerarlo mucho. El gran peso de este modelo hace que vaya muy asentado.
Al bajarme le pregunté a Ángel cuánto había costado todo el kit, y me dijo que incluido todo -suspensión, herrajes, amortiguadores de dirección, las ruedas marca Toyo 37x13.50x22, las llantas de 22x12 y la mano de obra- unos 6.350 $ (5600 € aprox.), a lo que le respondí: “Si vivieras en España y te dedicases a lo mismo, hace tiempo que te habrías arruinado, ya que allí no se pueden preparar coches así, todo está prohibido”. Y yo me pregunto quién tiene razón, ¿los europeos o los americanos? La permisibilidad de EE.UU. para realizar estas transformaciones genera un gran negocio económico de accesorios y muchos puestos de trabajo. Aquí os dejo la pregunta.