inconformistas
Una Frase de Ferdinand porscHe resume a la perfección la filosofía de la marca alemana: “Cambiar es sencillo. Mejorar resulta mucho más complicado”. Durante sus 70 años de historia, Porsche ha pasado por toda clase de dificultades y momentos gloriosos, y siempre nos ha dejado con la boca abierta a la hora de poner sus productos en la calle. Sus automóviles se suelen convertir en referencia para los demás.
Ideas locas como el 911 –un coupé de tracción trasera con el motor colgado por detrás del eje posterior– se han perfeccionado hasta el punto de convertirse en un vehículo que desafía por completo las leyes físicas fundamentales. Desde luego nadie hubiera pensado que un deportivo con un planteamiento tan extraño –todo el peso atrás– sería el automóvil en el que todo el mundo se fijaría.
Sin embargo, Porsche es una marca humilde frente a los elogios, que siempre permanece atenta a las críticas para buscar el triunfo. Nunca se conforma. Y esto no sólo lo demuestran con su negocio comercial, sino también en la vertiente de competición... Da igual la carrera o la disciplina a la que se enfrenten: son favoritos.
Todo esto se ha conseguido gracias a que Porsche ha sido capaz de trascender el puro negocio y ha creado valor. La marca de Stuttgart no sólo tiene clientes, sino que además tiene millones de seguidores. Incluso fanáticos. Todo lo que lleva la palabra Porsche asociada genera interés, expectación y admiración. ¿Suerte? No. Creo que el fundador de la marca respondería: trabajo y curiosidad.
“Ahora es el futuro” es el lema que mueve en la actualidad a la marca. El reto es mayúsculo: mantener el listón tan arriba como siempre con la llegada de la electricidad al mundo del automóvil. Para el centenario de la marca, estoy seguro de que hablaremos de deportivos híbridos salvajes, tecnologías de referencia y éxitos en competición. ¿Apostamos? en memoria de raquel collado