PORSCHE MACAN S
El SUV de Porsche acaba de recibir un restyling. Y, por ahora, su versión más potente cuenta con 354 CV.
TRAS EL CAYENNE, EL MACAN, el segundo SUV de Porsche, supuso un nuevo exitazo de ventas para la marca de Stuttgart. Y es que, desde su lanzamiento, en 2014, Porsche ha vendido más de 350.000 unidades de este SUV... y no es cuestión de descuidar a una gallina que pone huevos de oro.
Por eso, y a mitad de su vida comercial, Porsche ha actualizado el Macan con ligeros retoques en el diseño: ha actualizado el frontal y los faros –ahora son de led de serie–, ofrece nuevas llantas de hasta 21” y ha renovado la zaga; que adopta la tira led de pilotos ya vista en los últimos Panamera o Cayenne.
En el interior, además de adoptar una nueva pantalla multimedia de 10,9” que engloba el navegador y el sistema de control por voz –la anterior era de 7,2”–, sitúa las salidas de aire bajo la misma –antes, a ambos lados de la pantalla– y, sobre todo, recibe nuevos equipamientos tecnológicos. Entre ellos, destaca un asistente de atascos capaz de acelerar y frenar automáticamente el vehículo hasta 65 km/h –cuesta desde 2.798 euros–, un volante GT de menor diámetro –desde 595 euros– o, incluso, un ionizador –desde 314 euros– que mejora la calidad del aire.
Pero el quid de esta actualización se encuentra bajo el capó. El nuevo Macan ya se puede solicitar en su versión base, con un revisado motor 2.0 turbo gasolina de 245 CV, y en su variante S, con un nuevo propulsor V6 3.0 turbo que entrega 354 CV, 14 CV más que en el anterior Macan S. Ambos cuentan de serie con tracción total y caja automática PDK de siete relaciones.
Aún recuerdo la grata impresión que ha dejado el Macan S cada vez que ha pasado por la redacción de , así que, cuando por fin me subo a su heredero directo durante su presenta- ción en Palma de Mallorca, no dejo de preguntarme si este coche volverá a sacarme una sonrisa de auténtica satisfacción.
Cierro la puerta y compruebo que la calidad de materiales y ajustes propia del Macan sigue ahí. Al girar la llave de arranque, el motor emite un sonido grave y refinado pero que, desde el habitáculo, quizá se percibe demasiado filtrado para ser el de un Porsche. ¿El ‘problema’? Que el aislamiento acústico del Macan está muy logrado. Una vez en marcha, el propulsor ofrece una entrega de potencia muy lineal, progresiva... y para nada exenta de contundencia –dispone de 480 Nm ya desde 1.360 rpm–; a lo que hay que sumar que, a partir de 3.000 rpm aprox., comienza a emitir un leve pero cautivador tono metálico. Las prestaciones están a la altura de las sensaciones: 254 km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 5,3 seg.: 5,1 seg. si adquirimos,
Si quieres un Macan, este S es el que debes comprarte
por 1.296 euros, el pack Sport Chrono, que actúa sobre la respuesta del motor y de la dirección.
No puedo objetar nada a la labor de la caja automática PDK, siempre precisa y que engrana las marchas con notoria rapidez. Y mención aparte merece la dirección, que demuestra una precisión casi exquisita –ayudada por las llantas de 21” que llevaba la unidad de pruebas– a la vez que resulta rápida. Su respuesta está tan lograda que ni siquiera el cambiar entre los modos de conducción – Normal,Sport y SportPlus; al que se suma un cuarto, Individual, si contamos con el
pack Sport Chrono– se nota en exceso. Pero, sin duda, lo que más agradará a su conductor es la eficaz puesta a punto de la suspensión del Macan S. Porsche ha aligerado sus componentes y ha realizado nuevos ajustes sobre las barras estabilizadoras, de forma que la suspensión se muestra firme sin llegar nunca a resultar incómoda, a la vez que muestra una capacidad sorprendente para minimizar las inercias de la carrocería. Cuesta creer que este coche pese 1.940 kg y, en cambios de apoyo, parece que conduces algo mucho más bajo y ligero.
A esta sensación también contribuye la estupenda labor de los frenos del Macan S, que ahora cuenta con discos de 360 mm de diámetro –10 mm más que el anterior S–. El nuevo modelo tiene un tacto de freno aún más preciso, que acompaña a una mordiente continuada y que permite dosificar la frenada casi metro a metro. Con ello, 354 CV y un chasis tan logrado, el Macan S pide a gritos una conducción ‘decidida’. Y ni siquiera practicándola los consumos se disparan. Porsche, y siempre según el nuevo protocolo WLTP, declara un gasto de 11 L/100 km, una cifra no muy lejana a los 13, 1 L/100 Km que hemos logrado llevando rápido este Macan S por carreteras secundarias y de montaña. Por eso; el nuevo Macan S me sigue sacando una gran sonrisa. Pero también me deja expectante, deseando la llegada del previsble nuevo Macan Turbo. Motor V6, 2.995 cc, turboalimentado Transmisión Automática PDK de siete marchas Tracción Total conectable Potencia 354 CV de 5.400 a 6.400 rpm Par 480 Nm de 1.360 a 4.800 rpm Peso 1.940 kg (5,48 kg/CV) 0-100 km/h 5,3 segundos Vel. máxima 254 km/h Precio 75.421 euros + Prestaciones, comportamiento, calidad interior. - Precio algo elevado frente a sus rivales. Valoración evo ★★★★