HYUNDAI NEXO
La tecnología de la pila de combustible se suma a la guerra por liderar la movilidad del futuro
Al volante, sería imposible adivinar que se trata de un vehículo de pila de combustible
ES EL HIDRóGENO EL FUTURO? La velocidad vertiginosa a la que evoluciona la tecnología de baterías siembra bastantes dudas al respecto. En los últimos ocho años, su precio se ha reducido a la octava parte y la cantidad de energía que cabe en su interior se ha cuadruplicado. Y si lo que estamos viviendo en la actualidad, con la tercera generación de baterías de litio, es sólo la punta del iceberg de lo que van a ofrecer tecnologías más prometedoras, como el litio-sulfuro o el electrolito sólido, podríamos concluir que la pila de combustible está a punto de perder definitivamente su atractivo.
Pero entonces te pones al volante de un coche propulsado por pila de combustible como el Hyundai Nexo y, tras unos pocos kilómetros, te bajas convencido de que es demasiado pronto como para dar por muerto al hidrógeno... y de que la guerra tecnológica entre baterías y pilas de combustible va a ser cruenta.
Desde el punto de vista tecnológico, se trata de un automóvil revolucionario, que bajo su capó delantero cuenta con un dispositivo mágico, la pila de combustible. Esta es capaz de combinar hidrógeno y aire para producir, de forma casi instantánea, una cantidad abrumadora de electricidad –en concreto, la del Nexo es capaz de proporcionar 95 kW de potencia–, que se emplea para mantener cargada una batería de litio relativamente pequeña –de 1,5 kWh de capacidad, y procedente del Ioniq Hybrid– e impulsar el coche. Y no sólo es potente: los 6 kilos de hidrógeno que caben en sus tres depósitos de alta presión se recargan en cinco minutos y le permiten recorrer alrededor de 500 km en condiciones de conducción real. Es decir, se trata de un coche eléctrico libre de las limitaciones de autonomía que afectan a los actuales coches basados en baterías.
Por supuesto, no todo es de color rosa. El Nexo padece tres limitaciones importantes. La más obvia es la inexistencia en España de hidrogeneras donde repostarlo. Actualmente, cada vez que se agota el combustible, Hyundai lo lleva en grúa al Centro Nacional de Hidrógeno de Puertollano, en Ciudad Real... y ni siquiera allí cuentan con un surtidor de 700 bares de presión... de manera que sólo pueden llenar sus depósitos a 300 bares, equivalentes a una carga del 42%. La segunda es que allí donde puede obtenerse, el precio del hidrógeno ronda los 13 €/kg; y eso, combinado con un consumo de alrededor de 1,2 kg/100 km, se traduce en que moverse con el Nexo no sale más barato que hacerlo con un coche convencional. Y la tercera es que este coche cuesta 69.000 euros. Con este panorama, comprenderás que la cola para hacerse con uno no da la vuelta a la esquina.
Por supuesto, todos esos inconvenientes son anecdóticos. Hyundai no ha matriculado este Nexo para demostrarnos que es una alternativa preferible a un Porsche Macan, sino para que
valoremos el potencial de la tecnología, pasando por alto los inconvenientes prácticos.
Desde el punto de vista del producto, el Nexo es un coche excelente, construido con un esmero y nivel de calidad notables. Es amplio, confortable y silencioso. Cuenta con un interfaz de usuario de manejo intuitivo y respuesta rápida, dispone de toda clase de asistentes a la conducción, y ofrece unas prestaciones decentes, acelerando de 0 a 100 en 9,7 segundos y alcanzando los 179 km/h. Cumple con la autonomía que promete... y la pila de combustible disfruta de una garantía de 10 años.
La conducción es semejante a la de cualquier eléctrico, con una buena respuesta de acelerador, y sería imposible adivinar que se trata de un vehículo de pila de combustible... salvo por el pequeño silbido que se escucha al acelerar a fondo, y que procede del compresor centrífugo de aire.
Adolece de algunas pegas dinámicas, como una dirección poco comunicativa, un chasis que podría ser más rígido y cierta propensión al balanceo derivada de que una parte importante de sus 1.815 kilos de peso se sitúan por encima de su centro de gravedad. El tacto del freno, en cambio, es mejor que el de cualquier eléctrico actual. Es, en definitiva, una alternativa muy interesante a un coche eléctrico de batería ‘convencional’. Motor Síncrono de imanes permanentes. Pila de combustible: 95 kW; 440 celdas. Depósitos H : 156 L a 700 bares –equiv. a 6,33 kg–. 2 Batería: De litio, 1,56 kWh de capacidad y 240 V de tensión. Transmisión: A la ruedas delanteras, una sola relación. Potencia 163 CV Par 395 Nm Peso 1.815 kg (11,13 kg/CV) 0-100 km/h 9,7 segundos Vel. máxima 179 km/h Precio 69.000 euros + Confort, autonomía, sofisticación tecnológica. - Precio, no hay donde repostarlo. Valoración evo ★★★★