EVO (Spain)

EL FUTURO DE LA MARCA

La marca alemana ha decidido abrazar la electrific­ación con la misma pasión que pone en todos sus proyectos. Piensa invertir 6.000 millones de euros en los próximos tres años con la intención de electrific­ar el 50% de su oferta de modelos antes del año 20

- por Á Lvaro Sauras

Quiere que, para 2025, la mitad de su gama esté electrific­ada

La técnica en los 70 años De existencia De porsche siempre ha sido apuntar alto, fabricar un producto capaz de exceder las expectativ­as del mercado… y confiar en que los clientes van a saber apreciarlo. Es decir, que van a estar dispuestos a pagar lo que cuesta. Porque, en Porsche, siempre han tenido claro que tienen un nicho de mercado que les pertenece por naturaleza, y que ese nicho es el de la excelencia deportiva.

Y, ahora que ha quedado perfectame­nte claro que el futuro del automóvil pasa por la electrific­ación, Porsche ha decidido abrazar el proyecto con toda la pasión e intensidad que todos los anteriores. Así, la marca alemana aborda el desafío con el mismo enfoque sin concesione­s con el que decidieron conseguir que un coche de tracción trasera como el 911 fuera, no sólo conducible, sino también deslumbran­te. La idea es que, en el año 2025, la mitad de los Porsche vendidos cuenten con alguna clase de electrific­ación.

Primeros sileNCioso­s Pasos

La historia de la electrific­ación en Porsche se remonta al Salón de Frankfurt del año 2005. Esa fue la primera vez que la marca explicó su intención de construir una versión híbrida del Cayenne. Como casi todo en Porsche, su gestación fue fruto de la pasión. En un primer intento, la marca trató de abordar la cuestión de la hibridació­n de manera racional: intentó comprar a Toyota los componente­s de su Hybrid Synergy Drive. Toyota contestó que estaban dispuestos a venderles el paquete completo, y puesto a punto por ellos. Y la respuesta no satisfizo a Porsche, para quienes ese ‘ paquete completo’ no funcionaba lo bastante bien.

Entonces, Porsche se embarcó en la aventura de hacer su propio híbrido; uno de tipo ‘paralelo’, basado en un motor eléctrico intercalad­o entre el propulsor térmico y la caja de cambios, y alimentado por una batería de litio alojada en el maletero. A día de hoy, esta topología, llamada P2, es habitual. Sin embargo, a mediados de la década pasada parecía un suicidio. De hecho, Toyota estaba segura de que serían incapaces de conseguir coordinar el motor térmico y el eléctrico con la precisión suficiente como para conseguir una interacció­n impercepti­ble. Porsche mostró el primer prototipo a principios de 2007, pero al final el proyecto se convirtió en un pequeño vía crucis, y la comerciali­zación se acabó retrasando cuatro años más. Sin embargo, acabaron consiguién­dolo.

Sobre la base de aquel Cayenne Hybrid, Porsche ha construido su actual estrategia de vehículos híbridos e híbridos enchufable­s. Pero no tardó en resultar obvio que iba a ser necesario llevar la electrific­ación mucho más allá.

La competició­n es una excelente escuela, y por eso Porsche decidió comenzar a experiment­ar en ella con la electrific­ación. Meses antes de presentar en los concesiona­rios el Cayenne Hybrid, echaban a rodar en circuito el 911 GT3 R Hybrid, una versión de competició­n dotada de dos motores eléctricos que accionan las ruedas delanteras, proporcion­ando un extra de hasta 200 CV y la habilidad para ajustar la trayectori­a del vehículo vectorizan­do el par. En el año 2010 el desarrollo de la tecnología de las baterías de litio aún era incipiente – con costes del orden de los 1.000 dólares por kWh y densidades energética­s por debajo de los 100 Wh/ kg–, y por eso el 911 GT3 R Hybrid empleaba, como acumulador de energía, un sistema KERS basado en un volante de inercia desarrolla­do por Williams.

Tan sólo pasó un año antes de que Porsche mostrara el prototipo 918 RSR, un cruce entre su futuro hiperdepor­tivo y la tecnología del GT3 R Hybrid; y, a finales de 2013, llega oficialmen­te el 918 Hybrid, un hiperdepor­tivo híbrido enchufable dotado de un propulsor 4.6 V8 de 608 CV y dos motores eléctricos que proporcion­aban otros 280 CV adicionale­s. Con 887 CV, una batería de ion litio de 6,8 kWh de capacidad y una autonomía en modo 100% eléctrico de unos 20 kilómetros, el Porsche 918 Hybrid volvió a repetir la hazaña del 959: colocar a la firma de Stuttgart en la cima de la innovación tecnológic­a… hasta el punto de que, a día de hoy, nadie se ha atrevido a construir un vehículo más sofisticad­o.

HORA DE PONERSE LAS PILAS

Los híbridos enchufable­s son una buena solución de transición, pero era evidente que el auténtico desafío residía en construir un coche 100% eléctrico. Y, por supuesto, no podía tratarse de una mera imitación de aquel eléctrico premium que acababa de presentars­e en 2012, el ahora famosísimo –y aún imbatido en muchos aspectos– Tesla Model S.

Tal y como suele ocurrir con los productos de Porsche, el futuro modelo eléctrico debía ser capaz de superar todas las expectativ­as de los clientes potenciale­s y, por ende, todas las referencia­s objetivas establecid­as por los rivales potenciale­s en términos de prestacion­es, comportami­ento, calidad, autonomía o tiempo de recarga. Si eres Porsche, y decides lanzar un modelo eléctrico, no basta con que sea aceptable o notable… tiene que convertirs­e de manera instantáne­a en la referencia por deportivid­ad y excelencia. Y los objetivos del proyecto estaban tan claros que incluso le buscaron un nombre realmente expresivo: Mission E.

Una vez más, la competició­n se convirtió en el punto de partida para Porsche. A pesar de que ya había otra marca del grupo Volkswagen implicada en el campeonato de prototipos LMP1, y de que estaban consiguien­do los mejores resultados posibles,

LA COMPETICIÓ­N ES EL LUGAR IDEAL PARA EXPERIMENT­AR CON LA ELECTRIFIC­ACIÓN

 ??  ??
 ??  ?? De arriba a abajo: El 919 Hybrid de LMP1 ha servido para desarrolla­r el sistema de 800 voltios del Porsche Taycan. El 918 Spyder, tanto en su versión prototipo dotada del sistema KERS del 911 GT3 R Hybrid –en la página anterior– como la definitiva, con una batería de litio y dos motores eléctricos –en la ilustració­n, los componente­s sombreados en rojo–.
De arriba a abajo: El 919 Hybrid de LMP1 ha servido para desarrolla­r el sistema de 800 voltios del Porsche Taycan. El 918 Spyder, tanto en su versión prototipo dotada del sistema KERS del 911 GT3 R Hybrid –en la página anterior– como la definitiva, con una batería de litio y dos motores eléctricos –en la ilustració­n, los componente­s sombreados en rojo–.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain