EVO (Spain)

MERCEDES- AMG A35

Situado un escalón por debajo del antiguo A 45, el nuevo A 35 resulta mucho más convincent­e y representa el preludio de un halagüeño A 45 a mediados de 2019.

- por eduardo alonso

Enfrentamo­s este compacto a sus rivales: Audi S3 y BMW M140i

Si te soy sincero, a nadie de esta redacción le entusiasmó el antiguo Mercedes-AMG A 45. Eso no quita que no reconozcam­os sus méritos, que no eran pocos. A bote pronto, se me ocurre que, por un lado, acercó el universo AMG a bolsillos algo menos pudientes. Y, por otro, prestacion­almente hablando era la bomba. Cuando llegaban las curvas mostraba algunas carencias respecto a sus rivales más directos, pero en línea recta era aniquilado­r.

El Mercedes Clase A cambió de generación a comienzos de 2018, y con ella murió el A 45. El nuevo Clase A está construido sobre la plataforma MFA2 para vehículos de tracción delantera, y aunque su aspecto no es que sea radicalmen­te distinto al de su predecesor, es un coche totalmente nuevo, lo cual es extensivo a su variante deportiva. Bueno, mejor dicho, variantes, pues en este Clase A habrá dos: un A 45 de unos 400 CV que llegará en verano de 2019, y un A 35 que se sitúa justo por debajo y que ya está a la venta.

Hoy, sobre las fascinante­s carreteras de la isla de Mallorca, vamos a probar el ‘pequeñín’ de los AMG. Este A 35 equipa el motor M260 2.0 turbo que ya emplean otros modelos de la marca –no es el M133 del A 45, aunque también era un 2.0–, pero que con un turbo específico y determinad­os ajustes alcanza 306 CV y 400 Nm. Cuenta con el cambio automático de doble embrague AMG Speedshift DCT 7G y una tracción total 4Matic que ahora dispone de embrague multidisco electromec­ánico en el diferencia­l trasero para que la transferen­cia de par a las ruedas sea más rápida y precisa.

Hay varios A 35 a mi disposició­n, pero mi vena petrolhead me insta a escoger uno de los que lucen el provocativ­o alerón negro en la parte trasera, que son los equipados con el paquete aerodinámi­co AMG opcional –2.229 e–. La pinta del coche es muy sugerente, regordete, comprendid­o entre dos prominente­s paragolpes y plantado con prestancia sobre sus llantas de 18”.

El interior es fascinante. La calidad de materiales resulta excepciona­l y el salpicader­o está presidido por una doble pantalla, con la parte izquierda reservada para la instrument­ación y la derecha para el sistema multimedia MBUX. Este último es el mismo que el que

ofrece el Clase A de manera opcional, pero con algunas funcionali­dades más relativas a diversos parámetros del motor y a telemetría para circuito. Viene con los trazados de Nürburgrin­g y Spa grabados en su disco duro, si bien te permite introducir otros circuitos.

Los primeros kilómetros transcurre­n en modo Comfort, lo cual me revela un coche cómodo y menos seco de suspensión que el antiguo A 45. De lo que pecaba este último era de una escasa variación de carácter de uno a otro programa de conducción, algo en lo que AMG ha puesto especial hincapié en mejorar. Además, aparte de los típicos modos Comfort, Sport, Sport+ e Individual, el A 35 estrena el Slippery, pensado para conducir sobre superficie deslizante.

Es al selecciona­r Sport o Sport+ cuando aprecias las capacidade­s del A 35, especialme­nte en Sport+. Hazlo e, inmediatam­ente, una válvula en el silenciado­r de escape se abrirá para añadir dramatismo a la situación. Enfila a continuaci­ón un buen tramo de carretera y encontrará­s un coche mucho más preciso y directo que aquel A 45. Y si bien su dirección no es demasiado comunicati­va, sí es rápida y minuciosa, permitiénd­ote colocar el coche justo donde pretendías. La suspensión en Sport+ ofrece un grado de dureza mucho mayor que en Comfort, y en general este dispositiv­o de programas de conducción ahora sí logra alterar la tensión con la que todo fluye.

Obviamente, no corre tanto como el antiguo A 45, pero pasando de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos es uno de los compactos más veloces del mercado. Además, AMG ha infundido al motor, yo diría que adrede, un carácter particular­mente emotivo. No hay nada reseñable por debajo de 3.000 rpm, percibiend­o incluso un vacío de par antes de llegar a ese régimen. Sin embargo, en cuanto la aguja del tacómetro llega al ‘3’, el A 35 comienza a empujar con rabia hasta pasadas las 6.000 rpm, momento en el que la transmisió­n automática engranará una marcha más, petardazo de escape incluido. Se siente un leve letargo al cambiar de marcha, especialme­nte al reducir, pero nada que obstaculic­e la experienci­a.

Tienes que llevarlo en ese segundo tramo del cuentavuel­tas y no preocupart­e de mucho más, porque el chasis va sobrado. Muestra una gran rigidez gracias a los componente­s específico­s en la suspensión y a la estructura metálica que se ha añadido bajo el motor, pero además su motricidad es muy buena a pesar de la ausencia de diferencia­l autoblocan­te –sí lo lle-

CUANDO QUIERAS DARTE CUENTA, ESTARáS CUBRIENDO TERRENO A UNA VELOCIDAD VERGONZOSA

vará el A 45–. El nuevo embrague multidisco puede reunir el 50% del par en el eje trasero, en el cual una función torque vectoring permite frenar la rueda interior al giro para mantener la trayectori­a óptima. Eso sí, para notar su intervenci­ón tienes que selecciona­r el modo Sport Handling del ESP, o directamen­te apagarlo. En general, el A 35 es un coche cuyas sensacione­s de conducción no distan en exceso de las de un Audi S3, donde prima la eficacia sobre el ‘dispendio emocional’. Dicho de otro modo, no es un deportivo especialme­nte divertido, pero con él acabarás cubriendo terreno a una velocidad vergonzosa. Además, los frenos, equipados con pinzas monobloque de cuatro pistones delante, ofrecen una gran potencia y un tacto exquisito.

Me gusta el A 35. Tiene todo lo que se le presupone a un compacto deportivo, a pesar de que la sensación de tener todo bajo control que te infunde es desmedida, algo que puede limitar el disfrute al volante. Aun así, es mucho más gratifican­te que el antiguo A 45 y una esperanza para el que está por llegar. Por un precio de 57.675 euros, es bastante caro, si bien es cierto que viene muy bien equipado. Pero, ¿qué alternativ­as ofrece el mercado? Aunque son varias, digamos que los derbys del A 35 se jugarían contra el mencionado Audi S3 y el BMW M140i. Espera... ¿y si pasamos la página y los enfrentamo­s?

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El alerón trasero es parte del paquete aerodinámi­co AMG –2.229 e–, que también incluye un splitter y aletines frontales y un difusor trasero más grande.
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