LA SAGA V12 MáS PREMIADA
El 6.5 V12 del 812 Superfast es una severa evolución del motor que propulsaba al F12 y al F12tdf – que, a su vez, derivaba nada menos que del empleado en el LaFerrari–. Más allá de un aumento de cilindrada desde los 6.3 litros, el 75% de los componentes son nuevos.
Destaca por ser una proposición radical dentro de lo razonable. El corte de inyección se sitúa a unas delirantes 8.900 rpm, y está dotado de un estrecho intervalo súper prestacional que va entre las 7.000 rpm en las que se obtiene el par máximo –aunque el 80% está disponible desde sólo 3.500 rpm– y las 8.500 rpm del régimen de potencia máxima.
Emplea toda clase de tecnologías, entre las que destacan la inyección directa a 350 bares de presión y unos colectores de escape 6-en-1 de idéntica longitud que logran un sonido espectacular. Y en cuanto a la fiabilidad, viene con tres años de garantía... y nada menos que 7 de mantenimiento gratuito.
Este motor ganó el año pasado el premio al Mejor Motor del Mundo en su categoría de cilindrada – más de 4.0 litros; lo hizo con una ventaja holgada de más de 100 puntos sobre el segundo clasificado: el 5.2 V10 del Audi R8 y el Lamborghini Huracán– , y su predecesor hizo lo propio en las ediciones del premio de los años 2017 y 2016.
Es un auténtico unicornio, en el sentido de que la oferta de motores V12 atmosféricos prácticamente ha desaparecido... y este bloque probablemente tenga que pasar también por el aro de la electrificación dentro de un par de años. Existen algunos rivales –como el propulsor del Lamborghini Aventador y sus derivados–, pero ninguno ofrece ni tanta cilindrada o potencia, un régimen tan elevado, una potencia específica de 123 CV/litro o un enfoque tan deportivo.