FERRARI F8 TRIBUTO
Con el F8 Tributo, reemplazo de los 488 GTB y Pista, podríamos estar ante el último V8 de Ferrari previo a la futura hibridación. Por eso, han intentado que sea más rápido y especial que nunca.
EL RECIENTE SALÓN DEL AUTOMÓVIL DE GINEBRA ha sido uno de los más sabrosos en lo que a novedades se refiere. Y, entre ellas, el Ferrari F8 Tributo es probablemente el que ha causado más expectación. No es para menos. No se trata únicamente del reemplazo de un modelo tan importante como el 488, sino que además podría ser el último Ferrari con motor central V8 que aún se resiste a la inevitable hibridación.
De hecho, la plataforma en la que se basa el F8 Tributo es una evolución de la empleada por el 488, reservando el desarrollo de una nueva para el modelo que, en torno a 2024, sustituirá a este F8 Tributo, y que casi con toda seguridad ya contará con una electrificación parcial. La mecánica del F8 también procede del 488, concretamente de la versión Pista. Esto es, un bloque 3.9 V8 biturbo capaz de desarrollar 720 CV de potencia y 770 Nm de par y asociado a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades. Sus prestaciones son prácticamente calcadas a las del 488 Pista, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y 340 km/h de velocidad máxima.
Asimismo, el F8 Tributo ha recibido ciertos tratamientos para que, según buscaba Ferrari, sea más utilizable a diario que el 488 GTB. Así, por ejemplo, se han dulcificado sus reacciones reconfigurando el sistema Side Slip Angle Control. En conducción deportiva, este dispositivo analiza constantemente el deslizamiento lateral del vehículo, recabando datos que utiliza para ajustar elementos como los amortiguadores activos, el control de tracción, o el reparto de par entre las ruedas traseras, atribución delegada en el diferencial electrónico E-Diff.
Lo que sí cambia radicalmente es la carrocería, que mide 4,61 metros de largo y está repleta de detalles. Aerodinámicamente es un 10% más eficiente que la del 488 GTB, y su línea se compone de protuberantes curvas que culminan en un estiloso alerón integrado. En la parte delantera, destacan los pequeños faros de led, sobre los cuales se sitúan dos conductos para refrigerar los frenos. Detrás, Ferrari ha querido rendir homenaje al mítico F40 de 1987, con dobles parejas de pilotos esféricos y, sobre todo, una cubierta de motor, fabricada en resina de policarbonato Lexan, que cuenta con unas aberturas para disipar el calor del vano motor inspiradas en las del F40.
El nuevo F8 Tributo estará disponible a finales de este mismo año, y su precio, aún por confirmar, rondará los 280.000 euros. En cuanto a la competencia con la que se encontrará, su rival más directo es el McLaren 720S, pues actualmente es el único deportivo, junto con el F8 Tributo, que combina un motor V8 biturbo en disposición central, más de 700 CV y tracción a las ruedas traseras.