LA FABRICACIóN
El Taycan se fabrica en Zuffenhausen, Stuttgart. Se trata de la sede más icónica de Porsche. De hecho, el edificio de ensamblaje final del Taycan se encuentra literalmente a unos 50 metros de la nave de la que comenzaron a salir, a partir del 6 de abril de 1950, las primeras unidades del Porsche 356 –aunque, técnicamente, los primeros 50 ejemplares se construyeron durante los dos años anteriores en Austria–.
Actualmente, cada día se fabrican en Zuffenhausen unas 250 unidades de los modelos de dos puertas más deportivos de la marca, pertenecientes a las series 911 y 718, de manera que podemos considerar a la factoría de Stuttgart como la planta de producción más ‘auténtica’, tradicional y exclusiva de Porsche. Ser ensamblado en Zuffenhausen supone una distinción honoraria para cualquier Porsche.
Construir la factoría del Taycan en Zuffenhausen ha supuesto todo un reto arquitectónico, porque es una de las instalaciones industriales más densas y compactas del sector; un anomalía industrial literalmente encapsulada entre barrios residenciales, y sin posibilidad alguna de expansión. De manera que Porsche ha tenido que derribar algunos edificios para construir otros nuevos, repartiendo el ensamblado entre cuatro naves comunicadas por más de un kilómetro de túneles elevados. Añade a ese reto el hecho de que han completado las obras en menos de cinco meses, y entenderás por qué ha costado casi mil millones de euros.
Dentro, todo está pensado para ofrecer la máxima flexibilidad en la fabricación. El hecho más chocante es que, quitando la nave de pintura y la de ensamblado de carrocería, el concepto de línea de montaje ha desaparecido. Ahora son plataformas autónomas robotizadas las que llevan los coches de un sitio a otro, de manera que el espacio de producción puede reorganizarse ¡en pocas horas!