RANGE ROVER VELAR SVA DYNAMIC
En esta edición especial, SVO monta el V8 sobrealimentado de 551 CV en el Range Rover Velar.
CUANDO EN LAS CUENTAS DE JAGUAR LAND ROVER empezaron a aparecer los números rojos, SVO –el equivalente británico de Mercedes-AMG o BMW M– se vio obligado a cancelar la producción del súper lujoso Range Rover de tres puertas y el todopoderoso Discovery SVX. Pero el Jaguar F-Pace SVR se libró de la quema, beneficiado por las economías de escala, ya que lleva el motor y la plataforma del Range Rover Velar, por lo que sus costes se comparten con los del desarrollo del Velar SVR... y hablamos de costes importantes, que incluyen modificaciones estructurales en el bastidor, con un nuevo tabique entre el compartimento motor y el habitáculo, necesario para adaptarse al V8. Para más inri, el Velar se fabricará solamente durante un año, mientras que al Jaguar, a pesar de su inminente rediseño, aún le quedan varios años de vida.
Para diferenciar ambos productos lo máximo posible, el V8 ofrece un sonido bronco e intenso en el caso del F-Pace, que además recibe la insignia SVR. Por su parte, el Velar es un Range Rover con todas las de la ley, por lo que su objetivo es combinar prestaciones, lujo y una conducción lo más sencilla posible, y sus responsables han optado por bautizarlo como SV Autobiography Dynamic.
El capítulo del lujo está perfectamente cubierto con una revisión interior completa. No se ha escatimado en superficies de suave cuero acolchado, levas del cambio de auténtico aluminio y diversas inserciones decorativas metálicas pulcramente texturizadas. El aspecto general es muy elegante, incluso con el acabado de fibra de carbono opcional, que presenta hilos metálicos entretejidos para aumentar su brillo.
Las modificaciones exteriores, que se extienden a nuevos parachoques, paneles laterales y ruedas, son igualmente acertadas, lo que le da al Velar una presencia más musculosa sin hacerle perder su elegancia natural. Además de estéticos, los cambios son funcionales, y dan pistas sobre las mejoras técnicas introducidas en el vehículo. El nuevo paragolpes delantero, por ejemplo, cuenta con aperturas más grandes para refrigerar los
intercoolers, mientras que el trasero hace hueco a las cuatro grandes colas del nuevo sistema de escape, que, por cierto, es 7 kilos más ligero. Asimismo, las llantas de aleación de 21 pulgadas –22,
en opción– son forjadas, y ahorran hasta 2,5 kilos por rueda sobre unas equivalentes de fundición.
También los frenos han crecido, con discos de 395 mm de diámetro delante y 396 mm detrás. Hay barras antivuelco más gruesas, y el diferencial trasero activo ofrece un comportamiento claramente más deportivo. Pero aunque el Velar SV Autobiography Dynamic y el F-Pace SVR son técnicamente muy similares, también presentan importantes diferencias. De entrada, el modelo de Land Rover, con una masa de 2.160 kilos, es 90 kilos más pesado que el de Jaguar. Además, usa cuatro neumáticos 265/40, mientras que su alter ego calza cubiertas traseras de mayor sección. Pero lo más significativo es que, mientras el F-Pace recurre a muelles helicoidales en la suspensión, el Range Rover usa muelles neumáticos, aunque con cámaras más pequeñas que en otras versiones del Velar para ofrecer una respuesta más viva.
Es precisamente la suspensión neumática la que da un carácter propio al Velar, que ha de adoptar un difícil compromiso entre confort y comportamiento deportivo, sin renunciar a un uso solvente fuera de la carretera. Compromiso que se extiende a la aerodinámica, con un parachoques delantero cuyo
Este Velar de 551 CV es, en realidad, un GT con capacidades para rodar fuera del asfalto