AGILIDAD EN MOJADO
A PARTIR DE LAS distintas pistas disponibles del circuito de Pirelli, hemos diseñado un trazado de 1,8 km que incluye chicanes para probar la agilidad y la estabilidad a la entrada de los giros, otra chicane izquierda- derecha muy rápida –para probar la adherencia y el grado de confianza que transmiten los neumáticos– que desemboca en una larga recta rematada por un cambio rápido de carril y una fuerte frenada seguida de una cerrada curva a izquierdas. El recorrido está rematado por una curva a izquierdas de doble radio. Hemos desconectado el control de estabilidad.
El Pirelli PZero ha marcado el mejor tiempo en su propia casa, seguido a 1,2 segundos por el Michelin. Casi un segundo más atrás encontramos a los Continental, y dos décimas de segundo después a los Dunlop. Los últimos tres – Falken, Goodyear y Nokian– empatan en 84,4 segundos, situándose 2,3 seg. por detrás de los Pirelli.
Lógicamente, tiempos e impresiones subjetivas van de la mano, con el Pirelli desmarcándose del resto. “La característica que más destaca del PZero es una incisividad magnífica; desde el momento en el que comienzas a girar el volante puedes confiar en él ciegamente porque agarra muy bien”, apunté. “La trasera puede insinuarse un poco en las frenadas, pero es predecible. Impresionante.”
Los Michelin mostraron cualidades similares, con una incisividad y motricidad inferiores pero ciñéndose con tenacidad a la línea marcada desde el volante. El tercero ha sido Continental: “mientras no les pidas demasiado tras la inserción en la curva, agarra y tracciona bien”. Se mostraron estables en el cambio rápido de carril y ágiles en la chicane más lenta, resultando efectivos y explotables.
Los Dunlop lo hicieron bien, ofreciendo buena adherencia y equilibrio, pero se mostraron propensos a patinar en aceleración y no brindaban mucha información, restando tacto a la dirección.
Los Falken y los Nokian obtuvieron la misma nota, destacando los primeros por un tacto de dirección ligero y sensación de falta de aplomo, mientras que los segundos carecían de sensación de conexión y se mostraban nerviosos en las zonas con mayor profundidad de agua. En los Goodyear, por su parte, se echaba en falta motricidad, y rompían adherencia con facilidad bajo aceleración.