BENTLEY BACALAR
Engendrado en la división Mulliner, el Bacalar es un roadster de hiperlujo... sin capota.
DESARROLLADO POR EL DEPARTAMENTO Mulliner de Bentley, y bautizado en honor a la Laguna de Bacalar de Méjico, este nuevo Bentley es un roadster de hiperlujo del que tan sólo existirán 12 unidades, que se fabricarán de forma artesanal en la factoría de Crewe (Inglaterra) y que se han vendido ya a un precio que ronda los 2 millones de euros. Es el primero de los muchos Bentley que tiene planeado lanzar la división Mulliner de la compañía, y su principal particularidad es que carece de techo. Basado en el Continental GT Convertible, el Bacalar es 100%roofless, puesto que no tiene capota ni techo retráctil.
Su diseño se inspira en el del prototipo EXP 100 GT con el que Bentley celebró el centenario de su fundación en 2019 y, salvo las manetas de las puertas, no comparte ningún elemento exterior con otros Bentley. Su pareja de faros delanteros reemplaza a la disposición de cuatro ópticas preferida por Bentley y, como resultado, el Bacalar se ve más llamativo. Su aspecto es mucho más moderno, con tomas de aire profundamente esculpidas y bordes afilados en lugar del más suave y conservador enfoque tradicional de Bentley.
En torno al Bacalar gira una fuerte sensación de horas y horas dedicadas a perfeccionar el diseño. La fibra de carbono se emplea en las cuatro aletas, la parrilla y las puertas, mientras que toda la cubierta trasera es de aluminio. La elevación de la cola le da un toque Aston Martin y los fascinantes pilotos traseros de led son puro teatro. Con el Bacalar, la división Mulliner ha llevado el diseño más allá de lo que cabría esperar en un Bentley, con pliegues afilados, enormes tomas de aire y el drama de la cubierta trasera, que le aporta un aspecto único.
Esa sensación se extiende al habitáculo, donde te recibe una envolvente cabina para dos ocupantes, tras los cuales hay un espacio de almacenamiento para un conjunto de lujosas maletas Schedoni diseñadas a medida, hueco que complementa al maletero tradicional. La consola central es más angulada, elevándose en un tablero que se desliza hacia los paneles de las puertas. El cuero Beluga se usa en todas partes y los detalles en bronce oscuro rematan algunos mandos, mientras que los revestimientos son de madera de Riverwood procedente de árboles caídos con más de 5.000 años de antigüedad.
Bajo el capó se halla el conocido bloque 6.0 W12 TSI, que en el Bacalar desarrolla 659 CV de potencia en comparación con los 635 CV del Conti GT. La caja de cambio automática de doble embrague y ocho relaciones y el sistema de tracción a las cuatro ruedas se mantienen del Conti GT, mientras que la suspensión neumática de tres cámaras se ha recalibrado para adaptarse a la reducción de peso del Bacalar, cifrada en 100 kg. El eje delantero es 15 mm más ancho que el del Conti GT, el trasero lo es 20 mm más, y las llantas de 22” son de diseño específico. Bentley anuncia una velocidad máxima de 322 km/h.
El Bacalar representa el regreso de la construcción de automóviles de forma artesanal por Mulliner, y cada automóvil demora en torno a tres meses en ensamblarse después de que el cliente lo haya personalizado a su gusto, de forma que el proceso al completo llevará unos ocho meses. Mulliner consideró construir el Bacalar sin parabrisas delantero (al estilo Ferrari Monza SP1
MULLINER HA LLEVADO EL DISEñO HASTA MáS ALLá D E LO QUE ESPERARíAS EN UN BENTLEY
y SP2, McLaren Elva o Aston Martin V12 Speedster), pero desestimó la idea porque evitaría que el Bacalar fuese un coche apto para utilizar todos los días, excepto en los que llueva, claro está, porque recordemos que no tiene capota.
Pero, ¿es esto un problema para quien compre un Bacalar o cualquiera de los modelos de la competencia citados anteriormente? De ningún modo. Muchos cuestionan el juicio de pagar una factura de siete cifras por un coche cuyo uso está restringido por el clima y la practicidad, pero no son más indulgentes que un Caterham, un Ariel o un BAC. Simplemente cuestan mucho más y ofrecen una visión muy diferente de la emoción de conducir. De todos modos, le preguntamos a Bentley si ha considerado la posibilidad de crear un automóvil basado en los mismos principios pero con techo fijo. Y no nos dijo que no...