EVO (Spain)

PETER STEVENS

-

Este diseñador británico fan de los ‘ hot rod’ comenzó su carrera en Ford, pero también ha diseñado Lotus, Jaguar... y el emblemátic­o McLaren F1.

ACí EN MACCLESFIE­LD, Inglaterra, porque es a donde mandaron a mi madre mientras mi padre estaba en el ejército. Fue uno de los últimos soldados en ser evacuado de Dunquerque, en Francia. Hasta mucho después no fui consciente de que nací al mismo tiempo y en el mismo lugar que Guy Edwards, el que después sería piloto de Fórmula 1. Tengo una fotografía en la que una enfermera sujeta en sus brazos a dos recién nacidos, y uno soy yo y el otro Guy. Después acabaría diseñando decoracion­es de carreras para él.

Mi padre era pintor, de los buenos, pero no te podías ganar la vida y sustentar una familia con eso, así que dirigía un museo del mueble en el East End de Londres. No estaba especialme­nte interesado en los coches, pero el hermano pequeño de mi madre sí lo estaba. Su nombre era Denis Jenkinson, y era un conocido periodista de motor.

Según mi abuela, mis primeras palabras fueron “¡Mira, Jeep!”. Me compró un Jeep de juguete, que todavía tengo. Cuando Jenks se enteró de que me gustaban los coches y las cosas mecánicas, solía venir de visita (por entonces vivíamos en St John’s Wood) para enseñarme los coches que conducía. Una vez apareció en un prototipo Rover de motor central.

Yo no sabía que existía tal cosa como un diseñador de coches, pero mi tío me demostró que uno se podía ganar la vida con los coches. Él alimentó mi pasión por los coches y quizá de mi padre heredé mis dotes artísticas. En cualquier caso, estudié en la Escuela de Arte Central Saint Martin’s. Era un genial momento para estar allí. Peter Blake fue mi profesor de pintura y Anthony Caro, el de escultura. En la escuela se cubrían todas las disciplina­s.

Disfruté realmente de la escultura, por lo que tras Saint Martin’s fui al Royal College of Art de Londres a estudiar diseño de producto, bajo la tutela de Misha Black, el diseñador industrial que, entre otras cosas, diseñó las placas de las calles de Westminste­r o los trenes de metro utilizados en la línea Victoria hasta 2011.

La novia de Charlie Watts [de los Rolling Stones] estaba en la escuela de escultura y el artista David Hockney también estudiaba allí. Pete Townshend [The Who] solía venir conduciend­o su Lincoln Continenta­l descapotab­le, y Hockney tenía un amigo americano que había traído a Inglaterra su Ford Model T hot-rod de color verde metalizado, que habitualme­nte estaba aparcado en la calle del Royal College of Art. Cuando era más joven compré una copia de la revista HotRod en uno de esos quioscos de Londres que tenían una ecléctica variedad de revistas de importació­n. Leer aquel número también alimentó el amor que todavía conservo por los hot-rods y los coches modificado­s.

Fue en el último curso de aquella carrera de cuatro años cuando alguien de Ford visitó la escuela con la idea de arrancar un curso de diseño de vehículos, ya que la compañía no tenía una manera establecid­a de formar a sus jóvenes diseñadore­s. Mi amigo Dawson Sellar y yo fuimos

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain