TECNO: EL ‘ SILENCIO’ DE LOS ELÉCTRICOS
Spasar cerca de ti a un Renault Zoe, probablemente te hayas quedado extrañado (horrorizado, incluso) al escuchar la melodía que emite. Es un sonido difícil de describir, con poco componente mecánico y parecido al eco resonante de la aspiradora que emplea Alfred Pennyworth (ya sabes, el mayordomo de Batman) para mantener aseada la Batcueva (Renault prefiere llamarlo Z.E. Voice). Personalmente, creo que suena… desafortunado. Y el problema no es que el Zoe martirice a los peatones con ese sonido… sino que también se escucha dentro del habitáculo. ¿Qué necesidad hay de construir coches eléctricos que suenan como un aspirador Roomba zombi circulando a medio gas?
La respuesta, claro, tiene que ver con abogados. Algunos estudios sugieren que un vehículo totalmente silencioso tiene el doble de probabilidades de verse implicado en un accidente, de manera que se han redactado normas para obligar a los fabricantes a incorporar un AVAS (Acoustic Vehicle Alert System), como por ejemplo el reglamento UNECE R138 de 2017 o el 1576/2017 de la Comisión Europa. Estas normas hacen obligatorios estos sistemas en todos los eléctricos desde el año pasado y, literalmente, prohíben la existencia de coches silenciosos.
El problema no es tanto que exista esta normativa… sino lo exhaustiva que es. No se limita a establecer un nivel de presión sonora, sino que también define su espectro de frecuencias y la variación de estas en función de la velocidad (tal y como explicamos en ‘La partitura’). Con tantas restricciones, la probabilidad de obtener un sonido ‘enlatado’ y artificial es muy alta.
La solución al problema es esforzarse en componer un buen sonido. Hay eléctricos que emiten un AVAS poco creíble (como el Zoe, aunque también el Kia eNiro o el Mercedes EQC)... pero que, además, aparece de repente, al poco de iniciar la marcha, y enmudece (también de forma perceptible) a 20 km/h para ser reemplazado por el auténtico ruido de rodadura. Si el conductor es capaz de notar todas esas transiciones… alguien no ha hecho bien su trabajo.
Tampoco pretendemos decir que hacerlo sea fácil. Rudolf Halbmeir, diseñador del sonido del Audi e-tron GT, asegura que se ha inspirado en el sonido del aire de un ventilador al pasar por una tubería de plástico… y que eso ha sido la base para crear 32 sonidos simultáneos que se combinan en función de la velocidad y la presión sobre el acelerador. De hecho, Audi está tan segura de su sonido que va a ofrecer un segundo altavoz exterior opcional que permitirá al e-tron GT acercarse a la máxima presión sonora que emite la norma (va a ser algo como un Akrapovic digital). Por su parte, BMW asegura que ha contratado a Hans Zimmer (sí, el responsable de la banda sonora de MareaRoja, LaRoca, Gladiator y medio millón de películas más) para diseñar la banda sonora de sus nuevos eléctricos, empezando con el BMW iX. De manera que parece que (al menos, los alemanes) se están empezando a tomar el problema en serio.
Adicionalmente, investigadores de la Universidad de Múnich (Alemania) han propuesto un método aún más interesante… ¿para qué montar un altavoz si cualquier motor eléctrico puede funcionar como un altavoz en sí mismo? Lo que proponen con su sistema es incorporar frecuencias de sonidos audibles a las corrientes que accionan los propios motores eléctricos, haciendo a estos motores lo suficientemente ruidosos como para que el coche supere la homologación sin una fuente artificial de sonido… emitiendo una auténtica melodía mecánica.