FERRARI PORTOFINO M
El transplante de ciertos elementos del Ferrari Roma prometen un mayor propósito en el nuevo Portofino M.
HACE NO DEMASIADO PUDIMOS CONOCER el fascinante Ferrari Roma, y muchos fantaseamos con si existiría una posterior versión descapotable. Pues bien, en cierto modo ya está aquí, y digo en cierto modo porque en verdad no es un Roma Spider o GTS, sino un Portofino al que se le han transplantado algunos elementos del Roma. Cabe recordar que el Portofino es el coche que sirvió de base para construir el Roma.
Este Portofino M reemplazará a lo largo de 2021 al Portofino ‘a secas’ como modelo de acceso a la marca, pero Ferrari le ha añadido el sufijo ‘M’, de modificata, en alusión a que en él ha habido considerablemente más trabajo del que suele requerirse en una mera actualización o restyling.
El motor V8 de cigüeñal plano y doble turbo aún reside en la parte delantera, pero ahora su potencia coincide con la del Roma: 620 CV, lo que supone una ganancia de 20 CV. Al igual que en el Roma, el aumento se consigue mediante nuevos perfiles de leva y pequeñas modificaciones en los turbocompresores, que se adaptan mejor a la salida de gases de la culata y que pueden girar 5.000 rpm más rápido. Todo esto repercute, en teoría, en un aumento de potencia de unos 35 CV, sin embargo, la instalación de un filtro de partículas en el escape para cumplir con la normativa Euro 6d limita un poco el resultado de esas mejoras. El par permanece inalterado, con 760 Nm.
En términos de transmisión, se prescinde de la vieja caja de siete velocidades del Portofino y su lugar es ocupado por la nueva unidad de doble embrague y ocho velocidades, siendo el Portofino M el primer Ferrari descapotable que la equipa. Y no sólo es más pequeña y compacta que la que sustituye, sino que puede liberar un 35 % más de par en los cambios ascendentes. Aun así, el máximo de par todavía se restringe en las marchas más bajas, aumentando conforme se van engranando velocidades y reservando la totalidad del par sólo para la séptima y octava velocidad. Relaciones más largas y una marcha atrás mecánica en lugar de eléctrica diferencian a esta caja de la del SF90 Stradale.
Toda la configuración de chasis del Roma está presente en el Portofino M, incluyendo el eje trasero al completo, lo que entre otras cosas significa que los muelles posteriores son un 10 % más suaves a pesar de la mayor masa total del Portofino M, de la cual unos 70 kg se atribuyen al techo retráctil de metal. La dirección permanece intacta.
Otra novedad es la instalación del manettino de cinco posiciones en el volante con los modos Race y ESC Off, que se unen a los Wet (mojado), Comfort y Sport. Seleccionar el programa Race también
activa el software Ferrari Dynamic Enhancer, capaz de frenar cada rueda de forma individual para hacer que los sobrevirajes sean más intuitivos.
Las actualizaciones estéticas incluyen paragolpes de líneas más nítidas, tomas de aire más agresivas, un nuevo difusor trasero y un acabado cromado en la parrilla delantera. Visualmente, todavía se siente algo pesado sobre sus tres cuartos traseros, pero no puede negar que Ferrari parece haber clavado el diseño de su GT Spider.
También se han renovado los asientos pero, desafortunadamente, Ferrari no ha podido instalar todo el interior del Roma, por lo que, más allá de las actualizaciones de gráficos y software de la pantalla TFT, el Portofino M está un paso por detrás en términos de diseño y funcionalidad.
Para los tifosi, el Portofino y el California que precedieron a este modelo nunca fueron considerados superdeportivos de sangre roja en la misma línea que otras maravillosas máquinas producidas en Maranello. Pero coches como estos son los comercialmente más exitosos para una marca como Ferrari y, con toda seguridad, los cimientos del Roma van a permitir al Portofino M expandir aún más su atractivo.