EVO (Spain)

ROLLS ROYCE GHOST

El último Ghost cuenta con una nueva plataforma, ruedas traseras direcciona­les y un diseño muy renovado. Y sí, también está obligado a marcar la referencia entre las berlinas de lujo.

-

ESTE NO ES UN COCHE PARA SATISFACER a aquellos que busquen sensacione­s deportivas, a pesar de que la marca nos ha contado que este nuevo modelo está planteado para disfrutar igual cuando te lleven que cuando lo conduzcas.

Lo que queda claro es que es un automóvil que no deja indiferent­e, con una carrocería de 5,55 metros de largo y un peso de 2.490 kg; aunque estas cifras, comparadas con las de algún que otro SUV grande, tampoco suenan tan mal. Está claro que es una masa casi obscena, pero teniendo en cuenta que hablamos de un Rolls, y que sólo en material aislante hay más de 100 kg, podríamos esperar una cifra más cercana a las 3 toneladas.

Este nuevo Ghost es el primer Rolls de lo que la marca califica de época ‘post opulencia’, una filosofía que coincide con lo que demandan sus clientes, que quieren modelos menos llamativos… lo cual no entendemos demasiado si te compras un ‘barco’ de 5,5 metros, 2,5 toneladas y

300.000 euros (selecciona­ndo por el camino tu combinació­n preferida de cuero y lana de cordero para el interior). Cosas de los ricos.

El Ghost está construido sobre una nueva plataforma modular de aluminio que permite ofrecer modelos de diferentes tallas (ver Tecno). Y aunque los vestigios del ADN de BMW ya no prevalecen tanto en lo que fue el modelo más vendido de Rolls-Royce (título que segurament­e le robará en poco tiempo el Cullinan, SUV de la marca), el motor 6.75 litros V12 sigue teniendo ese toque bávaro tan reconocibl­e.

De parachoque­s a parachoque­s, este Ghost exhibe un diseño completame­nte nuevo; los detalles son menos llamativos y las líneas se marcan de manera sutil. Pero sigue siendo un coche enorme, con una carrocería rotunda y que desde algunos ángulos todavía se nota recargada. Su tamaño también se deja notar una vez que lo conduces. Vas sentado bastante alto, e incluso puedes llegar a elevar el asiento un poco más para lograr ver el final del enorme capó de aluminio.

La carrocería se asienta sobre muelles neumáticos y amortiguad­ores adaptativo­s

(sin posibilida­d de configurac­ión por parte del conductor). La potencia del motor se traslada a las cuatro ruedas mediante un cambio automático de ocho relaciones; aquí la novedad es que ahora los neumáticos traseros también giran, pero no con el objetivo de ganar en agilidad, sino para conseguir que maniobrar con esta mole resulte más sencillo. También dispone de una barra estabiliza­dora activa en el multibrazo trasero que funciona con una cámara montada en la parte delantera para reaccionar en consecuenc­ia cuando se detectan baches o irregulari­dades en la carretera.

Toda esta ingeniería merece reconocimi­ento por dar como resultado un vehículo que se puede conducir con toda la facilidad y comodidad de

cualquier automóvil de lujo convencion­al, pero en un entorno que lleva el refinamien­to y el lujo a otro nivel. Vale que se percibe ridículame­nte grande para nuestras carreteras cuando estás sentado en la parte delantera (e incluso más grande cuando te acomodas en la parte trasera); y en el mundo actual, donde la mayoría de coches ofrecen un gran control de los movimiento­s de la carrocería, se produce más inclinació­n de la que esperas.

Pero no hay mayor problema, ya que el Ghost es constante y predecible en sus movimiento­s, y conducirlo es sencillo siempre que tengas espacio. Un Bentley Flying Spur es más nítido y más directo, pero no tiene la presencia de este modelo de Rolls. El Ghost es una berlina cómoda y representa­tiva como ninguna, aunque es poco probable que quede en tu recuerdo por la experienci­a de conducción que proporcion­a.

Se supone que la suspensión está pensada para que apenas te enteres de las irregulari­dades del asfalto, pero lo cierto es que no termina de aislar todo lo que promete. Además hay más ruido de rodadura sobre superficie­s rugosas del que podrías anticipar al ver el tipo de coche. Y si bien el sonido del aire no se cuela por ninguna parte, está claro que un modelo de estas proporcion­es nunca será muy silencioso a la hora de atravesar el aire.

Lo que sí sorprende es lo rápido que es, algo en cierta manera lógico gracias a un motor con 850 Nm de par disponible desde apenas el ralentí (no hay que olvidar que el V12 viene acompañado de dos turbos). La mecánica funciona con un silencio inquietant­e y el cambio opera de una manera tan sedosa, que parece el de un automóvil eléctrico. Lo que plantea una pregunta: ¿por qué el Ghost no es eléctrico? Si el nuevo cliente de la marca no quiere ser opulento (dicho por ellos mismos), igual un propulsor alimentado por baterías es la mejor opción para este tipo de automóvil. L S. Gallagher & J. Arús

En el interior se puede elegir entre una cantidad casi infinita de materiales y colores. Pero si, aun así, no encuentras tu combinació­n en lo que ofrece el configurad­or, la marca permite personaliz­arlo de manera individual­izada. Motor V12, 6.749 cm3, twin-turbo Transmisió­n Aut., 8 vel. Tracción Total Potencia 571 CV (426 kW) a 5.000 rpm Par 850 Nm a 1.600 rpm Peso 2.490 kg (4,36 kg/CV) 0-100 km/h 4,8 seg. Vel. máxima 250 km/h (limitada) Precio (aprox.) 300.000 euros Lujo y refinamien­to elevados a la enésima potencia. Todavía es mejor que te lleven que conducirlo.

El motor V12 biturbo exhibe un claro ADN alemán. ¡Empuja como un demonio!

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain