ABEL TORRES
El niño prodigio de las carreras virtuales
Con tan sólo 10 años, este chaval gallego es uno de los mejores pilotos de simulador del mundo. Tanto es así que Ford lo ha captado a través de su equipo de simracing Fordzilla.
Con tan sólo 10 años, Abel Torres ya se codea con la élite del simracing de nuestro país. Su talento natural le ha servido para superar a 800 participantes y colarse en el Campeonato de España de GT, certamen que está disputando actualmente.
SEGURO QUE YA CONOCES LO QUE ES EL SIMRACING. Las carreras virtuales están pegando fuerte y en los últimos años hemos experimentado un enorme auge de los simuladores, los cuales recrean hasta el más mínimo detalle: temperatura en pista, desgaste de neumáticos, daños que afectan al rendimiento del vehículo... Si a esto le unimos la enorme popularidad que han tenido los eSports (o deportes electrónicos), podemos decir que el simracing ha dejado de ser un mero hobby para convertirse en una forma de ganarse la vida y llegar al mundo de las carreras de verdad (algo con lo que sueñan todos los pilotos virtuales).
En España tenemos un claro ejemplo con Lucas Ordóñez, quien gracias al programa Nissan GT Academy pasó de pilotar virtualmente a convertirse en piloto oficial de la marca nipona y logró hacerse con el título Pro-Am de las Blancpain GT Series en 2013. Mucho ha llovido desde entonces y lo cierto es que no ha habido oportunidades similares de un tiempo a esta parte. Pero, ¿y si te dijera que ya tenemos relevo y que este sólo tiene 10 años? ¿Cuesta creerlo, verdad? Su nombre es Abel Torres y tiene tanta o más gasolina por sus venas que gente que lleva en esto del simracing años y años.
“La pasión de Abel por los coches supongo que vendrá de mí”, nos comenta Martín, padre del protagonista. “Siempre he sido aficionado al mundo del motor y desde que era muy pequeño lo llevábamos con nosotros a diferentes competiciones y eventos”. Además, Martín también conoce las carreras en primera persona. “He participado en dos rallyes y he tenido un Citroën C2 preparado con el que iba a hacer tandas al circuito del Jarama”, confiesa.
Abel nació en Pontevedra, zona donde el amor por los rallyes roza casi lo enfermizo. Ya desde bien pequeño estaba claro que lo único que le importaba eran los coches. “En Navidad, siempre tenía el árbol lleno de regalos, pero él sólo jugaba con los coches”. A los dos años Abel tuvo su primera toma de contacto con los simuladores. “A mí siempre me ha gustado el mundo de las carreras virtuales”, detalla Martín. “Tenía un cockpit en casa y Abel se quedaba embobado viéndome. Me lo subía al regazo y él se apañaba con el volante”. Con cuatro años, Abel ya se las ingeniaba para llegar a los pedales, por lo que a Martín no le quedó más remedió que fabricarle un cockpit a medida. “Le fabriqué un cockpit de madera, con su volante y sus pedales. A partir de aquí no dejó de jugar”, confiesa.
Los padres de Abel fueron testigos de su evolución, pero no fue hasta 2019 (Abel tenía entonces ocho años) cuando descubrieron su talento. “Hablé con un conocido para que nos dejara un local para hacer la ‘Subida virtual a Marín’. Después de haberlo probado todos, fue el turno de Abel”, explica Martín. “Al principio le pusieron ayudas y él se quejaba de que el coche no iba bien. Se las quitaron y todo se volvió viral”, relata emocionado. En aquel evento estaba Pablo López, actual piloto profesional de simracing, el cual subió a las redes un vídeo en el que se veía a Abel pilotando. Jamás había visto nada parecido. El pequeño Abel estaba volando en aquel tramo, cogiendo el volante como si llevara toda una vida compitiendo y dejando completamente atónito al público
asistente. Como colofón, Abel terminó la subida haciendo un trompo, fruto de un pequeño toque contra las barreras (y el único en toda la prueba), lo que provocó un estallido de aplausos y vítores.
Tan sólo unos meses después se creó el equipo de simracing de Ford, denominado Fordzilla, y su capitán José Iglesias (apodado Coti) fue testigo del vídeo. “El vídeo me llegó a través de mi amigo Pablo López”, explica. “Tuve que verlo dos o tres veces para creérmelo y no lo dudé ni un instante. Ese chico tiene que estar en mi equipo”. A raíz de su entrada en el equipo, la progresión de Abel alcanzó cotas impensables para alguien de su edad. Para ‘Coti’, lo más destacable de Abel es su capacidad de adaptación. “En tan sólo dos vueltas, sin haber rodado antes, ya es capaz de hacer tiempos competitivos. Esto no es normal en un niño de 10 años”.
Ese mismo año, su familia le regaló por su comunión un kart y decidieron ir a probarlo al circuito La Madalena, en Soutelo de Montes, Pontevedra. “Fuimos unas cuantas veces al circuito y lo cierto es que Abel estaba rodando rapidísimo. Incluso se acercaron los padres de otros chavales, al ver que no éramos habituales allí, para preguntarnos si veníamos de otro campeonato”, recuerda su padre. “Yo les dije que no, que era nuestro primer día allí, pero no se lo creían”, sentencia. Y es que el simracing es un entrenamiento muy común entre los pilotos. Por ejemplo, Lando Norris o Max Verstappen son asiduos del conocido simulador iRacing y han confesado en diversas ocasiones los beneficios de poder entrenar de esta forma.
En 2020, ya como integrante de Fordzilla, Abel participó en el Campeonato de España de Simulación (CES). La particularidad de este certamen (que por aquel entonces se desarrollaba en el simulador Assetto Corsa Competizione) es que tanto el coche como el circuito se desvelan el mismo día, por lo que no hay opción de entrenar. No supuso ningún problema para él y, además, logró hacer historia: se alzó como campeón. “Es el piloto profesional de 10 años más rápido de Europa y tal vez del mundo”, asegura Iglesias. Pero ahí no acabó todo porque, ese mismo año, el CES tenía idéntico formato pero en el videojuego GranTurismo, donde Abel logró materializar el subcampeonato.
LUEGO LLEGó EL ESTADO DE ALARMA A CAUSA DEL COVID,
etapa en la que Abel pudo desarrollar aún más capacidades en los simuladores. “Sin nada que poder hacer a causa de los confinamientos, Abel sí que se puso a echarle más horas a las carreras. Fue donde realmente mejoró”, añade
Martín. Por aquel entonces ya se estaba preparando para su siguiente gran objetivo: el Campeonato de España de Gran Turismo, donde se verían las caras los 12 pilotos más rápidos de nuestro país.
Mención aparte merece una anécdota que comenta Martín. Durante el verano pasado, después de los confinamientos, le invitaron a él, a Abel y a Pablo López, entre otros, a una carrera en un centro de simuladores en Pontevedra. Una vez más, el joven de
10 años volvió a asombrar a los allí presentes. El simulador elegido era el AssettoCorsa original, en el circuito de Laguna Seca y con unos Mazda MX-5 Cup para asegurar la máxima igualdad en pista. “Le tuvimos que poner unas mochilas en el asiento porque no llegaba a los pedales”, rememora Martín. Nada más apagarse el semáforo, Abel se puso rápidamente en cabeza y regaló momentos para el recuerdo, como un paralelo con Pablo López (que es uno de los pilotos de simracing más rápidos de España) durante más de una vuelta. Al final, un toque entre ambos en la última vuelta privó a los allí presentes del capítulo final de aquel duelo.
¿Y cómo es Abel? Para él, esto no es más que un juego. “A pesar de que compite contra personas que le triplican la edad, él se refiere a ellos como si fueran ‘niños’”, comenta Iglesias. Sin embargo, siempre tiene apetito de victoria, aunque eso no le hace ser extremadamente agresivo. “Es muy deportivo, si saca a un rival por entrar colado en una curva, se echa a un lado de la pista y le espera”. Puede parecer que Abel se dedica exclusivamente a pulir sus capacidades al volante pero la realidad es otra, no olvidemos que sigue siendo un niño. “Abel va al colegio, tiene academia de inglés, hace sus deberes y, cuando le queda algo de tiempo, lo dedica a entrenar”, explica Martín.
Hacia finales de 2020, el popular videojuego GranTurismo anunció su primera edición del Campeonato de España, que se está disputando durante el
POR TALENTO, ABEL TRIUNFARíA EN LAS CARRERAS REALES. Y YA ESTá TRABAJANDO EN ELLO
mes de marzo. Con un total de doce plazas, seis para los profesionales y seis para amateur, estos últimos se tendrían que clasificar a través de pruebas en el propio juego. Abel formaba parte de este segundo grupo y volvió a sorprender una vez más. Se clasificó en la cuarta plaza, de un total de 800 participantes.
Estar compitiendo contra los mejores de España no fue un motivo de presión para Abel, si bien le está costando por el gran nivel que hay. De las cuatro carreras disputadas (de un total de seis), su mejor resultado ha sido noveno, ostentando la undécima plaza en la general. “Poder luchar contra los mejores le hace mucha ilusión, aunque también se desespera porque no es capaz de seguirles el ritmo”, confiesa su padre. No hay que olvidar que se ve las caras con un tal Coque López, que es uno de los pilotos de GranTurismo más rápidos del mundo e integrante de la escudería Williams eSports.
Cuando termine el campeonato (al cierre de esta edición quedaban dos pruebas), ¿cuál será el próximo objetivo en la corta pero prolífica carrera de
Abel Torres? Por el momento, seguir disfrutando de las carreras virtuales, aunque desde os podemos adelantar por dónde irán los tiros. Le hemos preguntado a José Iglesias qué cree que será lo siguiente y él lo tiene claro: competir en la vida real. “Estamos removiendo cielo y tierra buscando financiación para que Abel pueda competir en karting. A diferencia de los chavales de su edad que compiten en carreras reales, él tiene un valor mediático mucho mayor y eso es lo que vamos a explotar”.
Para el joven de 10 años su mayor sueño es poder competir en la vida real, una oportunidad que se puede hacer realidad gracias a su talento, pero también a un equipo Fordzilla que apuesta por el simracing como plataforma de salto al motorsport. Teniendo en cuenta la progresión de Abel, seguro que no tardaremos mucho en verlo en las principales competiciones nacionales. El límite se lo pondrá él mismo.