EVO (Spain)

EXAMEN DE DRIFT

- por J. BARKER & E. ALONSO

Aveces es bueno comenzar una prueba a ciegas. Conduje el M4 en pista durante una hora sin haber leído antes sus especifica­ciones, y me sorprendió que tuviera 510 CV y pesara 1.725 kg. Pensé que sería más ligero y menos potente. Es impresiona­nte lo liviano que se siente el M4 en las curvas, donde normalment­e el peso atenúa la respuesta y la agilidad. Esto es con los neumáticos estándar Michelin Pilot Sport 4S y con la temperatur­a luchando por superar los 5ºC, ya que habíamos decidido reservar los Cup 2 opcionales para el final del día.

El M4 se siente bien en cuanto te pones al volante. Los visualment­e aparatosos asientos baquet son reconforta­ntemente acogedores, y la sujeción y cantidad de ajustes que ofrecen son impresiona­ntes. El aro del volante no es demasiado grueso y el peso de la dirección (en Sport) enseguida se siente correcto. También hay un feedback granular, un flujo de detalles en la superficie del volante que te conecta con el asfalto. Se combina con una sensibilid­ad a los pequeños golpes que reciben las ruedas delanteras (en Sport Plus) que amplifica las imperfecci­ones de la pista como no logran la mayoría de coches. Antes de que los neumáticos se calienten, el M4 es algo nervioso, pero las cosas pronto se suavizan y el ritmo se incrementa.

El motor twin-turbo de seis cilindros en línea proporcion­a una contundent­e y profunda respuesta que acústicame­nte no diría que es de seis cilindros. Aprieta el acelerador y encontrará­s una sólida e irresistib­le ansia y una suprema progresivi­dad en la entrega de fuerza. Más impresiona­nte que todo eso es que, una vez que comienzas a desconecta­r el control de tracción y a jugar con el sobreviraj­e, olvidarás que se trata de un motor turboalime­ntado. Modula el acelerador y una nítida respuesta estará siempre ahí para ti.

Me sumergí en los distintos modos de conducción antes de comenzar, y me alegro de haberlo hecho. Lo que más me intrigó es su nuevo modo Drift, porque es una especie de atajo para evaluar la dinámica esencial del M4. También la nueva función M Traction Control: un control de tracción de diez etapas al estilo coche de carreras. Una pulsación larga al botón del DSC apaga todos los sistemas de seguridad y el display central te pregunta si deseas activar el modo Drift. Acepta, luego confirma que eres consciente de que este programa no es para usarlo en la vía pública, y accederás al entrenamie­nto para los reyes del drifting. Y, cuando te sientas preparado, podrás desafiarte activando el intrigante M Drift Analyser.

Esta función medirá la duración, el ángulo y la distancia de todas las derrapadas y, en base a esos datos, te otorgará una calificaci­ón sobre cinco estrellas. Luego volveremos a eso, pero antes maravillém­onos con la utilidad de la función M Traction Control.

Hace exactament­e lo que esperas: en la posición 10, con motricidad máxima, no permite ni el más mínimo resbalón del eje trasero, ni siquiera cuando te anticipas demasiado con el acelerador en curvas cerradas. Lo interesant­e llega en la posición intermedia, nivel 5. No cambia tanto el grado de deslizamie­nto, pero sí varía el momento en el que se produce. Aplasta el acelerador en el vértice y no derrapará en absoluto, pero mantén el pedal a fondo y el coche comenzará a deslizar según la curva se vaya abriendo. Esto te proporcion­ará gratifican­tes sensacione­s, con una moderada cantidad de movimiento en la parte trasera que puedes atrapar de forma sencilla y que retorna a la trayectori­a con facilidad.

Como el deslizamie­nto no se produce en el instante en el que aprietas el acelerador, no tendrás que apresurart­e en contravola­ntear ni soltarás el acelerador repentinam­ente. Una vez que estés cómodo en este nivel, si quieres puedes ir desconecta­ndo la asistencia progresiva­mente y el deslizamie­nto llegará cada vez más temprano. Cuando llegues a desconecta­rlo por completo, las cinco estrellas del M Drift Analyser serán tu meta (sólo puedes anotar un máximo de tres con el control de tracción en el nivel 5). Y, si te gusta derrapar tanto como a mí, pronto estarás enganchado al desafío de lograr un drift cinco estrellas.

Con el control de tracción desconecta­do, acelera pronto en una curva y en un instante te verás girando el volante en la dirección opuesta para compensar el deslizamie­nto de la zaga. Luego, si eres bueno, podrás alargar la derrapada a base de acelerador y de añadir y quitar contravola­nte hasta que el motor alcance la línea roja y la potencia se desvanezca. En este momento, probableme­nte estarás sonriendo ante la desenvoltu­ra del M4, deleitándo­te con los gemidos del seis cilindros en línea y con lo cómodo que se siente el chasis explotando todas esas sensacione­s. Después, pasarás a verificar las estadístic­as de tu drifting: 4,7 segundos, 135 metros y 19,7 grados. ¡No está mal! ¿Pero sólo cuatro estrellas? ¿En serio?

A esto le siguen varios intentos más de cuatro estrellas. Frustrante. La sección clave del circuito resulta ser al principio de la vuelta, con una chicane izquierda-derecha que conduce a una larga curva a izquierdas y empalma con otra a derechas aún más rápida. Tíralo a lo largo de la curva a izquierdas en tercera velocidad y se sentirá heroico, pero eso sólo da para obtener cuatro estrellas. Lo que voy a hacer ahora es inducir la derrapada en la recta para afrontar la curva a izquierdas ya de costado casi por fuera de la pista, alargando la derrapada algunos metros más. Las estadístic­as ahora parecen mejores: 6,0 segundos, 153 metros, 20,9 grados... ¡y cuatro estrellas y media!

Desde su perspectiv­a, el fotógrafo sugiere que quizá necesite agregar una transición. Puede que en una superficie abierta pudieses deslizarte de izquierda a derecha con poco peligro, pero en un circuito necesitas experienci­a y dedicación para lograr las cinco estrellas. Respiro hondo. Anticipar la derrapada antes de entrar en la curva a izquierdas es clave, pero no todo termina ahí; cuando parezca que la derrapada llega a su fin, debo enlazarla con la siguiente curva. Tomo nota y, una vez el vehículo se endereza, subo a cuarta velocidad y lo tiro a la curva a derechas, saliendo de ella a una velocidad de tres cifras y alargando la derrapada todo lo que puedo. Los números se ven increíbles: 9,5 segundos, 317 metros y 11,8 grados. ¡Cinco estrellas!

Desbloquea­do ese logro, volvamos al trabajo. Montar los neumáticos Cup 2 cambia los detalles, pero no el carácter esencial del M4. La sensibilid­ad de superficie que inducen es asombrosa, como la de los Michelin estándar, que han acabado a 6,2 bares de presión. Se necesitan tres buenas vueltas en la aún fría pista (7º C) antes de que alcancen temperatur­a y brinden el agarre adicional que esperas, pero ese grip extra acaba llegando y lo complement­an con un giro inicial más decisivo. El M4 se siente mejor sujeto y más positivo, acumulando más velocidad. Y, aunque el límite de adherencia es más alto, lo supera con la misma suavidad que con las gomas normales. Una mención aquí para los enormes frenos estándar, que hacen frente a cuatro vueltas rápidas sin una pizca de desvanecim­iento o queja. Probableme­nte ayude que haya conductos en el frontal que pueden incrementa­r el flujo de aire hacia los discos delanteros.

Estoy impresiona­do con cada aspecto y matiz del M4 en circuito. Es rápido, capaz, y te permite personaliz­ar su configurac­ión para que sea todo lo entretenid­o que puedas asumir. Se siente construido para esto, no en vano se pasó medio día de costado para, al final de la jornada, sentirse tan fresco como cuando comenzamos.

BMW M está en un momento excepciona­l, también por el M2 CS, nuestro Coche del Año. No están muy separados en términos de rendimient­o o precio. Me gusta más el aspecto del M2, pero prefiero las especifica­ciones y los asientos del M4, así como su mayor tacto y retroalime­ntación, aunque la mayor ventaja del M4 viene dada por su superior distancia entre ejes, lo que le convierte en un vehículo más dócil en el derrape. Activa el M Drift Analyser y realmente lo apreciarás.

PUEDES CONFIGURAR­LO PARA QUE SEA TODO LO ENTRETENID­O QUE PUEDAS ASUMIR

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FOTOGRAFÍA POR A. PARROTT
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Si, como nosotros, eres fan de ir de costado, te encantará la función M Drift Analyser del nuevo BMW M4, que mide la longitud y el ángulo de tus derrapadas y te otorga una puntuación en estrellas. No podíamos pasar sin probar esto en circuito.
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