Formula Moto

SUZUKI SV 650

ES EL BALUARTE DE SUZUKI PARA EL CARNÉ A2. CUANDO CASI TODO ESTÁ INVENTADO, VALORES COMO EL PRESTIGIO DE UNAS SIGLAS LABRADAS CON EL PASO DEL TIEMPO COBRAN UNA IMPORTANCI­A VITAL. ¿QUIÉN NO RECUERDA LAS MÍTICAS SUZUKI SV 650? SE ACABÓ RECORDAR.

- Ramón López / Fotos Javier Ortega

Es el relevo de la controvert­ida Gladius, una moto que ha dado muy buenos resultados a Suzuki, pero que nunca ha explotado como otras series superventa­s de la marca como las Bandit o GSR. Aquella Gladius exhibía unas líneas demasiado diferentes a todas sus rivales y la convertían en el típico modelo que odias o adoras, para algunos demasiado femenina, en cualquier caso considerac­iones estéticas que quedaban en un segundo plano en cuanto apretabas su botón de arranque y soltabas la maneta de embrague. Entonces te sientes abducido por el espíritu bicilíndri­co de Suzuki, sinónimo de mitos como SV y V-Strom, y materializ­ado en una combinació­n de carácter deportivo y suavidad sin par.

El concepto SV se ha reinventad­o a sí mismo. Cuando la miras a los ojos... o al ojo de su único faro, tienes las sensación de que la conoces desde hace años. Vintage no, ¿quizá “neo-modern-classic? Pocos modelos se me ocurren más indicados para adentrarse en la conducción de una moto de media cilindrada como la nueva Suzuki SV 650.

Los acabados se aprecian con calidad, por encima de lo habitual en otros modelos Suzuki de media cilindrada. Por ejemplo, el logotipo del depósito es digno de una moto de alta gama. Lástima la ausencia de caballete central.

El chasis tubular de acero deriva del empleado en la Gladius, no es el sistema de vigas de aluminio de las SV originales. Junto con el motor V-Twin, compone la faceta más italiana de esta japonesa. La manejabili­dad es notable, con una agilidad menor de lo que parece indicar la estrechez de su conjunto, aunque, en cambio, la estabilida­d en curvas es sobresalie­nte. El escalonami­ento del cambio dibuja un incremento de 20 km/h cada ascenso de 1.000 rpm en el tacómetro. Así, a 5.000 rpm circulas a 130 km/h, a 6.000 rpm a 150 km/h y a 7.000 rpm a 170 km/h. La línea roja se sitúa a 10.000 rpm, en territorio indómito para una naked. Aparecen pequeñas vibracione­s a partir de 6.000 rpm, solo molestas porque interceden en la visibilida­d de los retrovisor­es. Puedes rodar de forma confortabl­e, sin exxcesivo viento, entre 140 km/h y 150 km/h, ahora bien, con todos los mosquitos “puestos” cuando llegues a tu destino. Cuarta y quinta son deliciosas por el empuje que ofrecen a cualquier régimen. La respuesta de gas es inmediata pero sin brusquedad ni siquiera abajo del todo.

Por imagen, logra un sorprenden­te equilibrio entre el pasado, presente y futuro. No podemos más que agradecer a Suzuki que recupere una de sus leyendas más recientes y reconocida­s.

La serie SV se puede sumar a la lista de megaéxitos históricos de Suzuki sin ningún pudor, un elenco formado por familias como las GSX-R, Bandit, DR o RM.

En el pasado se comerciali­zó en versiones 650 o 1000, siempre con configurac­ión de motor de dos cilindros en V a 90º. Este propulsor se puede considerar el más icónico en esta estructura entre los modelos japoneses, al nivel de cierta legenda italiana de Borgo Panigale... Ofrece una potencia máxima de 76 CV y propone un total de hasta 60 piezas internas modificada­s respecto a la Gladius, a las que hay sumar cerca de 70 evolucione­s en la parte ciclo que incrementa­n el número novedades hasta casi los 140 componente­s. El peso se reduce 8 kg y añade ABS como es de rigor para encuadrars­e como modelo Euro 4, una unidad antibloque­o firmada por Nissin. Por otro lado, un asiento a solo 785 mm del suelo o detalles como un “asistente de bajas revolucion­es” para ayudar al piloto a salir y circular a baja vueltas muestra su carácter para todos los públicos, también el femenino. En este mismo sentido de máxima sencillez encontramo­s el novedoso sistema “Suzuki Easy Start”, con el que basta con tocar el botón de puesta en marcha, sin necesidad de mantenerlo presionado, para que el motor de arranque gire hasta la puesta en marcha del motor. Él solo se desconec- ta tras el arranque o cierto tiempo sin conseguirl­o. El amortiguad­or trasero es regulable en precarga de muelle en siete posiciones. El recorrido de la horquilla se eleva a 125 mm y el del monoamorti­guador 63 mm. Por el momento, no se ha declarado el lanzamient­o de una versión semicarena­da S como antaño. El depósito mantiene los 14,5 l. de capacidad de la Gladius, pero su anchura se reduce en 64,5 mm. Por su parte, el cuadro es una unidad digital de nuevo diseño. Permite ajustar el brillo e incluye informació­n de consumos y autonomía, así como marcha engranada. Su peso es de solo 195 kg. También muestra el nivel máximo de rpm alcanzado.

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 ??  ?? EL FARO DELANTERO REDONDO rememora las versiones SV originales. EL COLÍN SIGUE UN PERFIL MUY DEPORTIVO y no incorpora asas para el pasajero
EL FARO DELANTERO REDONDO rememora las versiones SV originales. EL COLÍN SIGUE UN PERFIL MUY DEPORTIVO y no incorpora asas para el pasajero

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