RESPONSABILIDAD
Percepción social de la moto Respeto, no miedo
La DGT confirma un nuevo descenso de los índices de siniestralidad en moto en España. Sin embargo, el riesgo a sufrir un accidente sigue siendo el principal motivo de rechazo a las dos ruedas. ¿Qué dicen los datos? Es evidente que el principal obstáculo al que siempre se ha enfrentado la motocicleta para lograr su total popularización en la sociedad es el riesgo a sufrir un accidente, por definición, más elevado que en el caso de los automóviles. ¿Cuántas veces has oído aquello de "el chasis eres tú"? Las cifras de la DGT relativos a vías interurbanas (y en un plazo de 24 horas) reflejan que en 2016 descendió la siniestralidad de la motocicleta (motos y ciclomotores) en 16 víctimas mortales, en contraste con un aumento de la siniestralidad global de todo tipo de vehículos de 29 víctimas. Y este dato se ha logrado a pesar de un aumento de la movilidad de largo recorrido de un 5%. Si analizamos la serie de los últimos nueve años, este descenso de la siniestralidad contrasta con un notable ascenso del parque. Mientras los fallecidos en moto han registrado un descenso del 56%, el parque de dos ruedas ha aumentado un 10%. Asimismo, en 2016 se ha corregido la tendencia alcista que se registró en 2015, primer año desde 2007 en que se observó un incremento de la tasa de víctimas mortales por cada 10.000 motocicletas (de nuevo, motos más ciclomotores), pasando del 0,37% de 2014 al 0,49%. En 2016 se ha reducido hasta el 0,45%, aunque el objetivo es volver a disminuirlo por debajo de aquel mínimo de 2014. Está en manos de nosotros, los usuarios de la moto, de nuestra conducta y responsabilidad, reducir esa percepción de riesgo de accidente presente en la sociedad. En otras palabras, miedo, el motivo por el que el 65% de la población sin moto ni intención de comprar una en el próximo año no da el paso a la moto, según estudio realizado por motos.net (portal de motos de Schibsted Spain) para MSI Sistemas de Inteligencia de Mercado S.A. Pero también hay que exigir más esfuerzo a las administraciones y al resto de los usuarios de la vía. Los datos son positivos. No obstante, entre todos y con los que montamos en moto al frente, debemos mejorarlos aún mucho más. A la moto no hay que tenerla miedo, sino respeto.