ASÍ LAS VEMOS

El motor es la variante High Output Revolution X respecto a la básica Street 750, de 749 cc (85 x 66 mm) con los cilindros diseñando un ángulo de 60 º y la culata dispone de un único árbol de levas en cabeza para actuar sobre las cuatro válvulas. Su interior ha sido rediseñado para elevar la potencia hasta los 68 CV a 8.750 rpm y el par hasta los 65 Nm a 4.000 rpm, lo que representa un 20% más de potencia ay un 10% más de par respecto a la Street estándar, ambas ya Euro 4. Éste es uno de los secretos mejor guardados de la nueva Street Rod 750, aunque no el único, porque su parte ciclo también puntúa con elevada nota.

Es una moto de diseño muy atractivo y actual que no solo vive del nombre de su marca, sino de unas prestaciones derivadas de un motor excelente. Y a un precio interesante. Me puedo ya imaginar una sucesión de modelos de tipo Café Racer, Flat Track, etc, que, sin duda, ayudarán al objetivo de Harley-Davidson de sumar los dos millones de nuevos clientes que se pretenden en la próxima década, para lo que lanzarán nada menos que 50 nuevos modelos durante los próximos cinco años. Y la única manera es llegar a nuevas fronteras, como hace la Street Rod 750, una moto que está más cerca de una Ducati Monster o KTM Duke 690 que a la filosofía clásica de la marca norteamericana.

CON PASAJERO

El acompañante no ha entrado entre los apartados más cuidados en el desarrollo de esta nueva versión Street. Como en la original, dispone de un mínimo espacio, situado en un plano bastante superior al piloto y sin asas para su sujeción. Tan solo presenta la típica cinta en el extremo anterior que no debe servir más que para su homologación, porque en términos prácticos es un elemento nulo. La respuesta de motor admite ir acompañado sin problemas, sobre todo en esta versión Rod más potente que la primera edición. Como buena moto de iniciación de Harley- Davidson, cuenta con limitación para el carné A2.