ROYAL ENFIELD
Royal Enfield es una marca india desde 1955, aunque derivada de la original inglesa cuya primera moto data de 1901. La nueva Royal Enfield Himalayan es la primera con motor desarrollado independientemente de aquella base británica.
Himalayan
R oyal Enfield es la marca de motos más veterana del mundo, la única que ha mantenido la producción desde sus orígenes en 1901 hasta hoy. Sus variantes Bullet, con propulsores con distribución OHV entre 350 y 500 cc, se han mantenido vivas más que ninguna otra moto de la competencia. Por ejemplo, en 2016 se produjeron más de medio millón de unidades en las fábricas de India donde se comercializa el 96% de sus productos y donde debes esperar un par de meses para poder adquirir una.
La nueva Royal Enfield Himalayan supone un paso de página definitivo en esta trayectoria. El chasis es el primero construido para portar un sistema monoamortiguador (diseñado en Gran Bretaña por Harris Performance, empresa propiedad de Royal Enfield) y el motor no comparte ni una pieza con cualquier modelo precedente de la marca. Y, por supuesto, es la primera in- cursión en el segmento trail, cómo no, con un enorme componente Vintage. He tenido la ocasión de probar una unidad en Australia, donde la Royal Enfield Himalayan se comercializa bajo las mismas especificaciones que en India, es decir, no Euro 4, lo que significa que equipa carburadores en lugar de inyección y está desprovista de ABS. Pero la ocasión era para no desperdiciarla.
Su motor monocilíndrico refrigerado por aire con culata de dos válvulas se ha diseñado con una estructura de carrera larga (78 x 86 mm) para acentuar su respuesta a bajas vueltas. Ofrece un par máximo de 32 Nm a 4.250 rpm, mientras que la potencia asciende a 24,5 CV a 6.500 rpm. La caja de cambios es de cinco relaciones y el embrague es un sistema en baño de aceite. Otro elemento fundamental no presente en Royal Enfield precedentes es el eje de equilibrado situado frente al cigüeñal y accionado mediante un único engranaje. Así se resuelven los problemas de vibra- ciones de las clásicas monocilíndricas de la marca. Además, los intervalos de mantenimiento (también el cambio de aceite) se extienden hasta los 10.000 km.
En cuanto a su chasis, la horquilla de 41 mm con eje adelantado no es regulable, y ofrece un recorrido de 200 mm. El único amortiguador trasero es ajustable en precarga y dispone de bieletas para un recorrido de 180 mm. Frenos (con disco anterior de 300 mm y posterior de 240mm) y suspensiones están fabricados por la propia Royal Enfield. Los neumáticos también son "made in India", unos CEAT Gripp-XL mixtos sobre llanta anterior de 21" y posterior de 17". Con una corta distancia entre ejes de 1.465 mm, un peso de 182 kg en seco y un asiento de 800 mm de altura, se perfila como una moto muy adecuada para adentrarse en el segmento trail, sin olvidar los 450km de autonomía que ofrece su depósito de 15 l. de capacidad.
Para mi altura de 1,80 m es muy confortable. Si eres más alto, la marca ofrece una siento de altura superior. Las estriberas incluyen piezas de goma que se pueden retirar para conducción off road. Están soldadas directamente al chasis, por lo que pueden romperse en caso de las más que probables caídas que sufrirán en conducción fuera del asfalto. También creo que son un poco cortas y las piernas se te quedan demasiado cerca del motor cuando te levantas en conducción por campo. Es una pena, porque es una moto muy equilibrada tanto para uso "on" como "off". Se siente ligera y es fácil cambiarla de dirección tanto de pie como sentado.
Ligera, accesible, práctica y asequible, la Royal Enfield Himalayan cautivará a muchos clientes en los mercados occidentales que no quieren una trail de gran cilindrada, sino una moto sencilla para todo uso, de tamaño nada extremo y sin veleidades electrónicas.
Es una moto agradable de pilotar y con una imagen retro muy original