ASÍ LA VEMOS
Si buscas curvas, es donde la Aprilia Dorsoduro 900 permite demostrar mejor para lo que se ha diseñado. Eso sí, tendrías que jugar con los reglajes de horquilla y amortiguador si quieres hacer curvas rápidas. Tal y como viene es perfecta en curvas muy cerradas, mientras que en las más abiertas, es fácil que pegue "cabezazos". Es algo muy típico de motos off road sobre asfalto. La razón es que el manillar y la posición hacen que apoye demasiado y tengas que corregir ese movimiento de delante. No asusta y no es grave, pero lo hace.
Si la sacas de esos ambientes sigue siendo una buena moto, pero si lo que buscas es polivalencia, la misma mecánica, la Aprilia Shiver 900 es una moto más indicada para ti. Así, en carretera puede ser efectiva. Lo es, de hecho, en las más retorcidas que encuentres. Tanto o más que cualquier otra moto. Pero en autopista o en largas rectas, ni su posición de conducción ni su nula protección aerodinámica la hacen especialmente adecuada. En ciudad, una moto tan alta, con un radio de giro correcto, pero no especialmente ágil, con un manillar ancho a la altura de muchos retrovisores, tampoco ayuda.
No es cómoda, ni por asiento ni por protección aerodinámica, para pasar mucho tiempo sobre ella. Dispone de buen nivel de equipamiento a un precio razonable, más una pantalla TFT muy agradable. Le vendría "de cine" un asistente de cambio "quickshift" que podrás poner como accesorio.
CON PASAJERO
El pasajero tiene un sitio largo. No tiene donde agarrarse salvo a ti. Mejor dicho, sí dispone de la clásica cinta entre las partes del pasajero y del acompañante, pero es absolutamente inútil. El asiento, duro para el piloto, no mejora hacia atrás, donde es más fino. Es una moto para disfrutar en solitario.